"Me estoy asfixiando": Revelan las últimas palabras de Khashoggi antes de ser asesinado
El jefe del departamento de investigación del periódico turco Daily Sabah, Nazif Karaman, ha revelado en una entrevista concedida a Al Jazeera este sábado las supuestas últimas palabras del periodista saudita Jamal Khashoggi, asesinado en el Consulado General de Arabia Saudita este 2 de octubre. Según Karaman, el columnista de The Washington Post fue asfixiado con una bolsa de plástico en la cabeza.
"Me estoy asfixiando, quítenme esta bolsa de la cabeza, tengo claustrofobia", fue lo último que pronunció con vida el periodista disidente antes de perder la vida, según Karaman. El jefe del departamento de investigación del Daily Sabah se basa en un audio grabado por el Apple Watch de la víctima que afirman tener a su disposición las autoridades turcas.
El pasado 10 de octubre, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció que había compartido el audio que prueba el asesinato de Khashoggi con Riad, París, Londres, Berlín y Washington.
En su entrevista con Al Jazeera Karaman precisó además que el estrangulamiento de Khashoggi duró siete minutos. También citó información de oficiales de la Inteligencia turca, y dijo que el escuadrón saudí de 15 miembros —que había viajado a Estambul expresamente para asesinar al periodista— pasó unos 15 minutos desmembrando su cuerpo, proceso que fue controlado por Salah al Tubaiqi, jefe del Consejo Científico Saudita de Ciencias Forenses. Karaman señaló que los asesinos pusieron por el suelo bolsas de plástico en la sala donde fue asesinado Khashoggi para evitar que su sangre manchara el piso.
Asimismo, Karaman prometió que el rotativo Daily Sabah publicará pronto imágenes de las herramientas que fueron introducidas en Turquía por el escuadrón de la muerte para desmembrar el cuerpo, así como grabaciones que documentan los últimos momentos de la vida de Khashoggi.
Las declaraciones de Karaman se producen cuando la Policía turca sigue buscando el cuerpo del periodista asesinado. Por el momento se han encontrado rastros de ácido en la residencia del cónsul general saudita en Estambul, por lo que una de la hipótesis es que el cuerpo desmembrado fuera disuelto con productos químicos.