La Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa de EE.UU. (DARPA, por sus siglas en inglés) está buscando ideas que logren "evitar que las ojivas nucleares caigan sobre nuestras cabezas a veinte veces la velocidad del sonido", según publica el portal estadounidense The National Interest.
Dicho en otras palabras, el Pentágono se ha embarcado en una iniciativa para buscar formas de defenderse contra las armas hipersónicas, esto es, aquellas capaces de viajar a velocidades superiores a Mach 5.
La agencia ha comenzado a solicitar propuestas para su proyecto Glide Breaker, destinado a desarrollar una tecnología capaz de neutralizar los vehículos de planeo que se lanzan a la atmósfera desde un misil balístico y luego descienden hacia la Tierra.
Un ejemplo de ello es el ruso Avangard, calificado por el presidente ruso Vladímir Putin como imparable para las defensas antimisiles actuales, que entrará en servicio en los próximos meses, según el mandatario. El Avangard, cuyo desarrollo ya ha sido concluido, será lanzado por un misil intercontinental gigante RS-28 Sarmat, cuyas pruebas finales están terminando en Rusia, y luego se dirigirá hacia a su objetivo a una velocidad de Mach 20.
La DARPA busca "desarrollar y demostrar una tecnología que sea decisiva para habilitar un interceptor avanzado capaz de enfrentar amenazas hipersónicas en la atmósfera superior". Y quiere que esta tecnología aparezca rápido. Glide Breaker debería probarse ya en 2020. Mientras tanto, la Agencia de Defensa de Misiles, la organización del Pentágono encargada de defensa contra los misiles balísticos, también tiene su propio programa para desarrollar medios contra las armas hipersónicas, recuerda The National Interest.
"Hay una razón para la prisa. Las armas hipersónicas pueden penetrar las defensas de los misiles de EE.UU. o atravesar la defensa de los portaviones estadounidenses", indica el autor del artículo, el analista militar Michael Peck.
Los retos del proyecto
La solicitud de la DARPA es escasa en detalles sin clasificar, aunque dice que quiere "soluciones innovadoras" para detener los vehículos de planeo. Eso es ponerlo suavemente. "Si derribar misiles balísticos es difícil, entonces los vehículos de planeo, también conocidos como vehículos de planeo hipersónicos, son aún más difíciles [para la interceptación]", señala Peck.
Mientras una ojiva de un misil balístico intercontinental vuela por una trayectoria predecible a medida que desciende a través de la atmósfera, un vehículo de planeo puede maniobrar, lo que hace más difícil impactar contra él.
"El desafío más obvio es la maniobrabilidad de los vehículos pesados, lo que hace que sea muy difícil seguir la trayectoria del vehículo y planificar un curso de intercepción utilizando nuestras capacidades actuales", explica a su vez George Nacouzi, ingeniero del grupo de expertos RAND Corp., entrevistado por el portal. "La altitud de vuelo también es un desafío para nuestros sistemas actuales. El vehículo puede volar demasiado alto para muchos interceptores atmosféricos y demasiado bajo para ser detectado y rastreado rápidamente por radares de largo alcance", añade.
Nacouzi cree que hay formas de derribar vehículos pesados, "pero implicarían el uso de un sistema de seguimiento y vigilancia casi ubicuo acompañado de interceptores de alto rendimiento estratégicamente posicionados o, posiblemente en el futuro, armas de energía dirigidas [láseres]".