En la sesión del pasado martes, el Parlamento de Venezuela propuso declarar persona no admisible al ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero. Lo que iba a ser una votación de rutina, en una cámara de mayoría opositora, causó sorpresa dentro de sus propias filas: 53 diputados apoyaron la moción, 43 estuvieron en contra.
Era solo un acuerdo, sin ningún efecto vinculante para Venezuela, ante la condición de desacato constitucional en que se encuentra el Parlamento de ese país, que lo invalida como poder público de cualquier acción o decisión aprobada por los diputados.
Sin embargo, a los 43 diputados que votaron en contra de la moción los acusaron de convalidar los esfuerzos del gobierno venezolano de retomar un proceso de diálogo con los partidos de la oposición. En las redes sociales tildaron a ese grupo de parlamentarios como la "fracción Zapatero".
Rodríguez Zapatero, quien ha fungido como ficha clave en los intentos de mediación para un diálogo entre el gobierno y la oposición, tiene el férreo rechazo de un sector de la derecha parlamentaria que se autodenominada "fracción 16", integrada por partidos y figuras ultraconservadoras como María Corina Machado.
En cambio, a otros sectores de la oposición no les desagrada la mediación del ex mandatario español, pero "desde la cooperación y no desde la injerencia", según aclaró en una entrevista el diputado opositor Timoteo Zambrano, quien ha sido vapuleado en las redes por mostrar una posición moderada y apegada a las leyes venezolanas.
La controversia en las redes
Al divulgarse la lista de los parlamentarios que no votaron, la polémica se encendió entre los simpatizantes de la oposición. Los usuarios en las redes sociales calificaron a los diputados como "traidores" a la causa del antichavismo.
Algunos seguidores adversos al gobierno de Maduro se mostraron decepcionados por haber votado a los diputados que actualmente integran el Parlamento venezolano. Otros "castigaron" a los parlamentarios divulgando la lista y señalándolos de no representar sus intereses.
En días pasados, en un entrevista a una televisora local, el diputado opositor Enrique Márquez valoró la lista como "un episodio estúpido".
Los efectos de la lista
La divulgación de la lista avivó las diferencias que traen a cuestas los partidos de oposición desde las presidenciales del pasado 20 de mayo, donde las toldas tradicionales se abstuvieron de participar. El documento, además, profundizó las discrepancias internas de participar o no en las elecciones de concejales, previstas a realizarse el próximo 9 de diciembre.
En un intento de mejorar su imagen en la comunidad internacional, el Parlamento presentó un acuerdo político, ahora enfocando su atención en reanimar la "unidad opositora" para desconocer, una vez más, al presidente Maduro, el próximo 10 de enero de 2019.
En esa fecha, como indica la Constitución venezolana, el mandatario debe tomar posesión del cargo para un nuevo periodo constitucional. La estrategia opositora, según indican en el acuerdo, es buscar apoyo internacional para "fortalecer las fuerzas democráticas".
No obstante, ese amago de unificar a la variopinta oposición legislativa se diluyó con nuevas discordias. De nuevo, el partido de Machado en el Parlamento, en voz del diputado José Luis Pirela, rechazó el acuerdo político alegando que era un paso para "reiniciar" el diálogo con el gobierno.
Además, el partido La Causa R también se negó a aprobar el acuerdo al considerar que, como tolda minoritaria, no fue consultada con antelación. De paso, anunció su salida de los "vestigios de la MUD", (Mesa de la Unidad Democrática, antigua coalición de partidos opositores), y ahora tendrá su propia fracción en la cámara legislativa.
Así las cosas, ahora la derecha venezolana intentará recomponerse mediante la convocatoria el 23 de noviembre de un congreso, en donde intentarán limar asperezas para hacer cara a las elecciones de concejales.
"Hemos asumido que de este congreso salga una unidad superior (...) que deponga personalismos, que deponga aspiraciones", dijo recientemente Gerardo Blyde, en rueda de prensa.
Manuel Palma