El cuerpo del misionero estadounidense John Allen Chau —asesinado por una tribu de Sentinel del Norte (Islas Andamán, India)— podría no ser recuperado, según informó este sábado la agencia AFP.
Sería "un ejercicio inútil" pretender sacarlo de la isla, dijo Pankaj Sekhsaria, experto en derechos tribales. "No creo que sea una buena idea acercarse, porque creará un conflicto con la comunidad de allí", declaró.
Otros especialistas señalan que nunca se presentarán cargos de asesinato, ya que la protección de lo que podría ser la última tribu preneolítica prima sobre la recuperación de los restos mortales de Chau.
Algunos antropólogos se sitúan en la misma línea. T.N. Pandit, que visitó la isla hace tiempo, cree no se puede llevar al ejército y sacar el cuerpo. "No funciona así. Tienen que observar la máxima cautela", afirmó en declaraciones recogidas por The New York Times. Por otro lado, una carta con las últimas palabras del misionero deja clara su voluntad en caso de que perdiera la vida en Sentinel del Norte como así ocurrió. "No recuperéis mi cuerpo", escribió.
Operación de rescate fallida
El viernes, unidades policiales indias —junto con algunos de los detenidos sospechosos de haber ayudado a Chau a llegar hasta la zona— fueron en un barco hacia la isla sin poder localizar con éxito el cadáver.
A una distancia prudencial para no ser atacados y con el motor apagado, observaron a través de unos prismáticos cómo un grupo de sentineleses vigilaban algo "en el mismo lugar en el que John fue asesinado", dijo el director general de Policía de Andamán y Nicobar, Dependra Pathak.
En lugar de aproximarse y confirmar la ubicación del cuerpo, decidieron irse tras esbozar la escena del crimen. "De habernos acercado, nos habrían atacado", añadió Pathak, para el que este es uno de los casos "más extraños y difíciles" de su vida.
Según las leyes de la India, la cultura de Sentinel del Norte debe ser preservada del contacto con los forasteros, pero por otro lado, también se establece que los homicidas deben ser castigados. Por todo ello, la Policía ahora se encuentra en un aprieto legal.