La organización Survival International, que lucha por los derechos de las tribus del mundo, ha instado a las autoridades indias a abandonar los esfuerzos para recuperar el cuerpo del misionero estadounidense John Allen Chau, asesinado por aborígenes de Sentinel del Norte (Islas Andamán, India), para evitar que los isleños se expongan a enfermedades mortales si los rescatistas llegan a sus tierras.
El pasado 16 de noviembre, este joven habría visitado esa isla con el ánimo de convertir al cristianismo a sus habitantes, a pesar de que los sentineleses evitan el contacto externo y actúan de manera hostil contra cualquier foráneo.
Chau llegó hasta allí gracias a que unos pescadores le acercaron a las inmediaciones, desde donde prosiguió solo en una canoa hasta tocar tierra. Al día siguiente, esas personas encontraron su cuerpo lleno de flechas.
Riesgo de epidemia mortal
El director de Survival International, Stephen Corry, ha señalado que cualquier esfuerzo por recuperar el cuerpo de la víctima sería "increíblemente peligroso", tanto para los funcionarios indios como para los miembros de la tribu, que "corren el riesgo de ser eliminados" si se introducen enfermedades externas.
"El peligro de una epidemia mortal de gripe, sarampión u otra enfermedad externa es muy real y aumenta con cada contacto de este tipo", ha subrayado ese activista, quien estima que "hay que dejar en paz" tanto el cuerpo de Chau como a los sentineleses.
Corry también ha criticado la debilitación de las regulaciones de India respecto a las visitas de forasteros al lugar y estima que la zona de exclusión alrededor de Sentinel del Norte "debe aplicarse de manera adecuada" porque "todos los pueblos tribales no contactados se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra esté protegida".