Por primera vez en la historia, la cumbre del Grupo de los 20 (G20) se realizará en el hemisferio sur, concretamente en Buenos Aires, capital de Argentina. El encuentro tiene lugar este viernes –30 de noviembre– y sábado –1 de diciembre–.
Este espacio multilateral está integrado por el país anfitrión de esta edición junto con Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE.UU., Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y una delegación adicional de la Unión Europea (UE).
En su conjunto, estos Estados representan el 85% del producto bruto global, por lo que sus decisiones en materia económica afectan a todo el planeta. A su vez, según su propia página web, cuentan con el 66% de la población mundial, el 80% de las inversiones y el 75% del comercio.
Los debates y consensos
Ya en 2017 en Hamburgo, Alemania, el documento final del G20 no logró salir por consenso –como es el objetivo– y este año es poco probable que el resultado sea diferente.
- Guerra comercial
La disputa entre China y EE.UU., que vienen imponiendo aranceles e impuestos a sus respectivos productos, estará en el centro de la cumbre.
De hecho, los presidentes Donald Trump y Xi Jinping tienen prevista una reunión bilateral en Buenos Aires para intentar limar asperezas. Sin embargo, será difícil que alcancen un acuerdo ya que esta misma semana Washington amenazó con nuevas medidas comerciales contra Pekín.
- Cambio climático
Este fue uno de los temas propuestos por Argentina y es uno de los puntos que dará continuidad a la cumbre anterior. En aquella oportunidad, las discrepancias estuvieron con EE.UU., ya que Trump, que se retiró del llamado Acuerdo de París, ha negado sistemáticamente que la acción humana influya en los cambios de clima a nivel mundial.
- Infraestructura, trabajo y alimentación
Menos problemáticos serán otros puntos propuestos por el Gobierno de Mauricio Macri, entre los que destacan:
- Infraestructura para el desarrollo, buscando disminuir la desigualdad entre países y fomentando la inversión.
- El futuro del trabajo, la protección del empleo y la adaptación a nuevas tecnologías.
- El desarrollo de un sistema alimentario sostenible.
En relación al documento final, se apuntará a redactar un texto "de ambigüedades constructivas" para intentar garantizar que todos los miembros lo firmen.
Los cara a cara más esperados
Además del cruce entre Trump y Xi, otros mandatarios se verán en esta cumbre luego de serios roces e incidentes diplomáticos entre sus respectivos países.
En este sentido, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se encontrará con la primera ministra británica, Theresa May, luego de las acusaciones de Londres contra Moscú respecto al caso de envenenamiento del exespía ruso Serguei Skripal.
May también deberá lidiar con la presencia de varios líderes europeos en relación al conflicto del Brexit.
Por su parte, el francés Emmanuel Macron se verá con Trump luego de los agresivos tuits lanzados por el estadounidense semanas atrás.
El posible arresto del príncipe saudí
Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudita, tendrá un foco aparte durante la cumbre del G20 por las sospechas que pesan sobre él respecto al asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi en la embajada saudí en Turquía.
Días antes se dio a conocer que, de acuerdo con la jurisdicción universal, los fiscales de cualquier país pueden ordenar el arresto de personas sospechosas de delitos graves como genocidio, tortura o ejecuciones extrajudiciales, independientemente del lugar donde se cometieron.
Al respecto, la jefa de la división de Human Rights Watch en Oriente Medio, Sarah Leah Whitson, opinó: "Espero que haya algunas personas valientes en el planeta para advertirle a Mohamed bin Salmán que probablemente no le conviene ir al G20". La representante de esta organización aseguró que "existe un grave riesgo de que se presenten denuncias en su contra" y, dado que no se trata de un jefe de Estado, él no se beneficia de la inmunidad.
Sin embargo, a pesar de las amenazas, el príncipe fue el primero en llegar este mismo miércoles a la capital del país sudamericano junto a su delegación. En ese contexto, el vicecanciller argentino, Daniel Raimondi, aclaró que el heredero al trono de Riad tiene "inmunidad por el rol que está ejerciendo en calidad de representante de un Estado soberano".
Más allá de su situación legal, el príncipe tendrá cruces políticos relacionados con este tema, por ejemplo con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Cambios de Gobierno
Entre los países que integran el G20 hay dos que recientemente han tenido elecciones presidenciales transcendentales por el signo político de sus nuevos mandatarios. Se trata de México y Brasil, con las victorias del izquierdista Andrés Manuel López Obrador y el ultraderechista Jair Bolsonaro, respectivamente.
Sin embargo, ninguno de los dos asistirá a la cumbre ya que, formalmente, no son todavía presidentes. López Obrador, además, toma posesión de su cargo este 1 de diciembre, fecha que coincide con el segundo día del encuentro. Bolsonaro, por su parte, rechazó "por cuestiones de salud" la invitación del jefe de Estado saliente, Michel Temer, para asistir juntos a Buenos Aires.
Los objetivos de Argentina
Para el Gobierno de Macri la cumbre tendrá distintas aristas. Por un lado, mostrarse como un país que ha "vuelto al mundo", como le gusta decir al mandatario, y así recibir el respaldo de las distintas potencias para su modelo económico y el reciente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el mismo sentido, busca profundizar acuerdos comerciales para atraer inversiones, algo que se le ha dificultado en el último tiempo.
El presidente argentino también tendrá una reunión bilateral con Trump antes del inicio formal del encuentro, donde buscará que Washington elimine los impuestos al biodiésel argentino. Asimismo, con China intentará reencauzar la construcción de una nueva central nuclear, hasta el momento postergada por distintos problemas.
Además, se sentará con otras figuras importantes como la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la titular del FMI, Christine Lagarde, entre otros.
Operativo de seguridad y protestas
Durante los dos días que sesione la cumbre de presidentes, la ciudad de Buenos Aires se verá parcialmente ocupada por policías y militares. Oficialmente habrá 13.400 oficiales de las fuerzas federales como Gendarmería Nacional y Prefectura. También participarán 9.000 agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y de la Bonaerense, 3.500 custodios internacionales y 200 buzos tácticos.
Este despliegue estará acompañado con helicópteros, aviones y otros vehículos. Se busca así garantizar la seguridad de los presidentes, pero también limitar el margen de acción para quienes se oponen a este encuentro y realizarán protestas en las calles de Buenos Aires.
Para esto hubo reuniones entre el Gobierno argentino y las organizaciones que se manifestarán, donde finalmente se pudo acordar el recorrido de la movilización que tendrá lugar dentro de una zona "restringida" del centro de la ciudad. No obstante, el Ejecutivo exige que los manifestantes no acudan con el rostro tapado ni "elementos o artefactos que tengan por objeto la violencia".
Santiago Mayor
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