El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, anticiparon la reunión prevista para la tarde de este sábado y compartieron una cena en el lujoso hotel Hyatt del barrio de Recoleta, en Buenos Aires, al término de la Cumbre del G20.
El cónclave estaba programado para las 18:30, hora de Argentina, pero fue adelantado a las 17:00.
La reunión se produjo en plena guerra comercial entre China y Estados Unidos, desatada por las políticas de aranceles de Trump contra los productos provenientes del país asiático. "Vamos a llegar a un acuerdo que beneficie a los dos países", dijo Trump en los días previos a la realización del G20.
Entre los ejes centrales de la reunión destacaron eventuales acuerdos en materia comercial bajo un clima de tensión que no pudo ser apaciguado durante la cumbre diplomática.
El menú que compartieron constó de una ensalada de vegetales de estación con mayonesa de albahaca y una emulsión de parmesano como primer plato; solomillo (lomo de cerdo) grillado con cebollas moradas, ricota de cabra y dátiles como plato principal y un postre de panqueques de caramelo con chocolate crocante y crema fresca.
Luego de que la portavoz de Trump, Sarah Huckabee Sanders, dejara trascender que Macri y él tienen un entendimiento para hacer frente a la "actividad económica depredadora china", el mandatario argentino aseguró en una conferencia de prensa brindada hoy que esa frase no atravesó la reunión.
Tras concluir la segunda y última jornada del G20, Macri fue consultado en rueda de prensa sobre esas supuestas tensiones compartidas frente al país asiático, pero lo negó rotundamente: "La Argentina no ve la presencia de China como una amenaza, sino como una oportunidad".
"Escuché que iba a tener que elegir [entre los Estados Unidos y China], y no es así. Argentina demostró que somos capaces de tener muy buenas relaciones con todos los países", añadió el mandatario argentino.