Las claves de la estrepitosa pérdida de popularidad del presidente de Colombia
Con poco más de 100 días de gestión, la popularidad del presidente de Colombia, Iván Duque, va en caída libre. Los resultados de una encuesta de la firma Datexco, efectuada entre 24 y el 30 de noviembre, indican que 68% de los colombianos desaprueban la gestión del mandatario.
Solo 22% de los colombianos respalda al presidente Duque, una diferencia porcentual de 32 puntos que lo aleja del 55% de apoyo popular con el que comenzó su gobierno en agosto pasado, tras ganar la segunda vuelta electoral.
#ElTiempoDelTuiterazo "Uno no pelea con las encuestas. Son buenas, malas y regulares dependiendo las circunstancias", @IvanDuque en la @URosario
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) 6 de diciembre de 2018
La encuesta, además, señala que 67% de los colombianos rechaza el "estilo de gobierno" de Duque, una percepción que el propio mandatario dice que no le preocupa: "el poder no se ejerce con vanidad (...) el poder no se ejerce para convertir la Presidencia en un púlpito polarizador", citó W Radio.
Crisis de gobernabilidad
Para el analista político colombiano Daniel Duque Velásquez, la respuesta pública del mandatario refleja un signo de crisis de gobernabilidad: "el nuevo gobierno no parece estar bien coordinado, y eso es lo que pasa cuando el que lleva el timón no tiene experiencia alguna en la administración pública", dijo vía telefónica.
Con esa postura coincide el profesor Adolfo Maya, coordinador de la maestría de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad del EAFIT, en Medellín: "Los colombianos no hemos visto en ejercicio a un presidente con mando, con autonomía y solvencia dentro de sus decisiones", explicó a este medio.
¿Cuándo y cómo se fue en picada?
El descenso de la popularidad de Duque se hizo más evidente desde el mes de octubre, con un bajón estrepitoso de 50% a 40% de aprobación.
Fue a finales de ese mes cuando el presidente Duque anunció que enviaría al Congreso un proyecto de Ley de Financiamiento para tapar un hueco fiscal del presupuesto 2019, que ronda los 14 billones de pesos (4.438 millones de dólares).
En el texto, la polémica ley pecha con impuestos los productos de la canasta básica familiar y recorta tributos a las empresas. De inmediato, la norma legal causó malestar en la Central Única de Trabajadores y en movimientos sociales que rechazan que la clase obrera y los estratos medios se sacrifiquen para cubrir el déficit presupuestario.
De hecho, sin ser aprobada todavía la Ley de Financiamiento, la población colombiana envió un mensaje claro de 91,1% de desaprobación cuando fue consultada sobre el manejo que hace Duque de los impuestos.
El déficit de 14 billones es real. Hago un llamado al Congreso de la República para buscar soluciones responsables y cubrir lo necesario para alcanzar nuestros objetivos de equidad.
— Iván Duque (@IvanDuque) 22 de noviembre de 2018
Para Maya, este rechazo generalizado se debe a que las propuestas del presidente son "muy delgadas" para el "espesor" de los problemas sociales y económicos del país.
"Desde el punto de vista social y económico, el presidente Duque no ha construido una legitimidad que esté acompañada de decisiones estructurales que logren impactar y activar la esperanza de muchos colombianos", agregó.
El peso de las protestas
El anuncio en octubre de la Ley de Financiamiento coincidió con el inicio de protestas por parte de estudiantes y docentes de 32 universidades públicas, en reclamo de mayores recursos para el sector.
Las protestas, que se realizaron en Bogotá y en otras ciudades como Cali, Medellín y Barranquilla, transcurrieron entre acusaciones de los estudiantes de "exceso" de la fuerza pública, y señalamientos por parte del gobierno de la presencia de "infiltrados" que buscaban promover actos vandálicos.
Policías y estudiantes heridos fue el saldo de los enfrentamientos en la calles, que mellaron aún más la imagen presidencial, ahora en el sector de la educación: 78% rechaza como Duque maneja los temas clave en esa área, según la encuesta.
Consulta anticorrupción desaprovechada
Los expertos señalan que otro punto que afectó la popularidad del presidente Duque fue su propuesta de una consulta anticorrupción, una iniciativa sometida a votación popular que planteaba reducir salarios de congresistas y limitar períodos de funcionarios en instituciones de Estado.
El proyecto, para que fuera vinculante en el Congreso, tenía que superar los 12 millones de votos. El resultado final fue de 11,6 millones de boletas.
El analista Duque Velásquez considera que pese a que el mandatario se reunió con las fuerzas políticas del Congreso después de la votación, "eso nunca terminó en nada". "La mayoría del paquete de proyectos (anticorrupción) se están hundiendo en el Congreso", agregó.
Para Maya, el dignatario "desaprovechó" un posible capital político sobre el tema. "Prueba de ello fue que ofreció palabras de apoyo a la consulta, y luego se dejó envolver con actitudes de algunos sectores en el Congreso, que no vieron con simpatía los puntos de esa consulta", destacó el catedrático.
Cuando la consulta se enfrió, la imagen presidencial también se deterioró. En la encuesta de la firma Datexco, el presidente colombiano culminó agosto con 87% de desaprobación en el manejo de la corrupción.
El profesor considera que el error de Duque ha sido actuar como "gestor" de una agenda pública heredada del ex presidente Álvaro Uribe, líder de su partido: "y no ha logrado imponer su propia agenda y darle un signo identitario a su proyecto. El presidente no tiene norte", acotó.
Más conflictividad social
En las próximas semanas, el panorama no luce alentador para el presidente de Colombia: La proyección para los primeros días de diciembre, según Datexco, apenas llega a 28% de imagen favorable.
En ese contexto, el profesor Maya vislumbra inevitablemente el aumento de la "conflictividad social", mediante la convocatoria de protestas que ya en están en marcha. El próximo 13 de diciembre, centrales y obreras y movimientos estudiantiles anunciaron la "toma de las ciudades capitales" y un "paro nacional por 24 horas".
Duque Velásquez, por su parte, cree que la "presión social" no solo se demostrará con marchas: "Si la popularidad del Presidente sigue así, seguramente su partido (Centro Democrático) lo abandonará para que esto los afecte lo menos posible en las elecciones locales", expresó en referencia a los comicios de gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, previstos para 27 de octubre del año entrante en Colombia.
Por lo pronto, el presidente Duque intenta levantarse del golpe de impopularidad con dos correcciones claves: retirar el IVA de la canasta familiar en la Ley de Financiamiento, e incluir en la propuesta un gravamen a las utilidades de las empresas.
Manuel Palma