El hombre detenido este martes como sospechoso del asesinato de la profesora española Laura Luelmo ha confesado finalmente su implicación en el crimen, durante un interrogatorio al que le sometió la Guardia Civil.
Bernardo Montoya, de 50 años, evitó en un principio admitir la autoría del crimen, incurriendo en diversas contradicciones durante su declaración, pero finalmente confesó que discutió con la joven, la golpeó fuertemente en la cabeza, metió su cuerpo en el maletero de un coche y arrojó su cuerpo en el lugar en el que fue hallado.
El canal de televisión Antena 3 ha tenido acceso a la confesión íntegra del detenido, en la que reconoce que la agredió y la inmovilizó para intentar violarla.
"Me preguntó por un supermercado y la mandé a un callejón sin salida –explicó Montoya–. Me monté en el coche y llegué primero al callejón. La agarré y golpeé su cabeza contra el maletero". El detenido explicó que, a continuación, le ató las manos a la espalda y la envolvió en una manta, para transportarla conduciendo hasta el lugar donde la encontraron.
Durante el interrogatorio, Montoya juró ante los agentes que no agredió sexualmente a la víctima, aunque admite haberlo intentado: "La desnudé de cintura para abajo y traté de violarla pero pese a que estaba inconsciente no lo conseguí. Lo intenté pero nada. Juro que al final no la agredí sexualmente".
Luego, según su confesión, se asustó. "La saqué del coche y la trasladé como pude hasta la zona de jaras y me fui corriendo", narró el detenido, que asegura, no obstante, que cuando abandonó a la joven allí, aún "estaba viva". "De regreso a casa tiré su teléfono en un contenedor y sus zapatillas en otro", precisó Montoya, que admitió también que no ha podido dormir desde entonces .
Laura Luelmo desapareció el pasado dia 12 de diciembre. Según ha revelado su autopsia, murió dos o tres días después (el día 14 o 15) a causa de un fuerte traumatismo craneoencefálico. El día 17 fue hallado su cuerpo.
Antecedentes por asesinato
En la ficha policial de Bernardo Montoya consta con un amplio historial delictivo. En diciembre de 1995, Montoya ingresó en prisión para cumplir una condena de 17 años y nueve meses por el asesinato de una anciana. En 2009, quebrantó un permiso penitenciario y al año siguiente reingresó en prisión voluntariamente. Terminó de cumplir su condena en marzo de 2015, pero tan solo tres meses después fue condenado de nuevo a dos años y 10 meses por robo con violencia, por lo que ha estado encarcelado hasta hace unos meses.
Curiosamente, Bernardo tiene un hermano gemelo llamado Luciano que también ha sido encarcelado por matar a una mujer en de 35 años en el año 2000, por lo que pasó 15 años en prisión. Este antecedente y la cercanía de su vivienda con la de la víctima –ya que comparte casa con su hermano– le convirtieron, en un primer momento, en el centro de las principales sospechas. Finalmente, cuando las autoridades comprobaron que se encontraba en la cárcel en el momento del crimen, descartaron su implicación.
Tragedia en España
Laura Luelmo, de 26 años, se había instalado hacía dos semanas en la localidad de Campillo (en la provincia de Huelva, al sur de España), tras incorporarse como profesora sustituta de Plástica al Instituto de Enseñanza Secundaria Vázquez Díaz, en el cercano municipio de Nerva. Era su primer trabajo tras aprobar la oposición.
Su asesinato ha causado una profunda conmoción en España, y ha vuelto a sacudir la conciencia sobre la gravedad de los casos en los que la violencia sobre las mujeres produce tragedias como ésta.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras expresar su "profundo pesar" a los familiares y amigos de Laura Luengo, se refirió a la violencia machista como "una realidad que ensucia el país".