Asesino de la profesora española al juez: "No me dejen salir jamás, porque lo volveré a hacer"
Durante su declaración judicial, Bernardo Montoya, asesino confeso de la joven profesora española Laura Luelmo, acabó su exposición ante el juez diciendo: "Por favor, déjenme encerrado toda la vida. No me dejen salir jamás, porque lo volveré a hacer".
El programa de televisión 'Espejo Público' ha tenido acceso a las impactantes palabras de Montoya, en las que el propio acusado apuntaría que no es capaz de controlar sus impulsos. Hay que recordar que el detenido ya fue condenado con anterioridad por el asesinato de otra mujer, y por una agresión en uno de sus permisos penitenciarios.
El caso de Luelmo conmoció España tras su desparición el pasado 12 de diciembre, poco después de trasladarse a la localidad andaluza de El Campillo para dar clase en un instituto. Tras cinco días de búsqueda en la que participaron cientos de voluntarios, el cadáver de la docente fue hallado con evidentes signos de violencia.
La prisión permanente revisable en el punto de mira
Las declaraciones de Montoya, junto con la petición de la familia de la víctima de que se le aplique la prisión permanente revisable, reabre el debate sobre esta pena del Código Penal español, que instauró el anterior Gobierno del presidente español Mariano Rajoy, y que en la actual legislatura podría ser eliminada.
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La lapidaria frase del detenido se ha conocido tan solo un día después de que la Guardia Civil diera una rueda de prensa para dar a conocer todos los detalles de la investigación de este caso.
El cadáver tenía signos evidentes de agresión
Según los agentes, fue un voluntario de la Cruz Roja quien divisó en primer lugar unas prendas mientras estaba colaborando con el dispositivo de búsqueda establecido para localizar a la joven tras su desaparición. La patrulla del Seprona que llegó tras su aviso fue quien posteriormente halló el cuerpo de Luelmo.
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— Cristóbal Delatorre (@CristoFeliz1) 27 de diciembre de 2018
El cadáver se encontraba desnudo de cintura para abajo. La determinación de que hiciera la inspección ocular el equipo más especializado de la Guardia Civil retrasó el levantamiento del cuerpo, durante el cual observaron "claramente" una serie de agresiones.
Desde el principio, el principal sospechoso
Aunque aún no tenían ninguna prueba que le incriminara, Montoya fue desde el principio de la investigación el principal sospechoso, por lo que ya se había pedido una orden judicial para entrar en su domicilio e intervenir su teléfono.
El día después de encontrar el cadáver de la profesora, los agentes le detienen ante la posibilidad de que intentara huir y le interceptan con su vehículo en un camino rural. Es precisamente ese día por la noche cuando Montoya cuenta a los agentes "una película", según ha narrado la Guardia Civil en la comparecencia. En esa declaración, aunque se "inventa" muchas cosas, también se autoinculpó en la desaparición y muerte de la joven.
Laura Luelmo fue violada y asesinada el día de su desaparición, según los investigadores #LauraLuelmoARhttps://t.co/pWspaXFgQOpic.twitter.com/KGgrkb0Jl0
— El programa de Ana Rosa (@elprogramadear) 27 de diciembre de 2018
Según esta primera versión, la víctima le preguntó por un supermercado y él le tendió una trampa. Cuando Luelmo regresó del establecimiento, la quiso introducir en su coche y en ese forcejeo, ella se dio un golpe con la puerta del coche en la frente. Así, según su confesión, la profesora quedó malherida, por lo que él se asustó y la tiró en el campo. Además, Montoya negó la agresión sexual, aunque la autopsia preliminar la ha confirmado, y solo reconoció que le quitó los pantalones y le hizo tocamientos, tras lo cual, dice, volvió a su casa.
Los investigadores encontraron una manta abandonada a una distancia de varios kilómetros con sangre de ambos. También una bolsa que Montoya había tirado con los objetos personales de la víctima: la batería del móvil, las llaves de la casa y del coche, un monedero pequeño y una cartera de documentación vacía.
Retuvo a la joven en su casa tras hacer la compra
Tras realizar un registro en casa de Montoya, los agentes encontraron parte de la compra que la víctima hizo en el supermercado el día de su desaparición. "Laura estuvo en su casa, estuvo poco tiempo, la llevó al lugar donde se la ha encontrado, el móvil sí vuelve a El Campillo y lo rompe, y es donde tenemos la última señal del móvil", relataron en rueda de prensa.
Aunque todavía no se tienen los resultados definitivos de la autopsia, los investigadores creen que la joven murió la misma noche de su desaparición.
"En ese lugar no ha tenido sufrimiento, en el sentido de que fuera consciente de ese sufrimiento", afirmaron los investigadores, dando a entender que la agresión no había sucedido en el lugar donde se encontró el cadáver.
Durante la rueda de prensa, los representantes del instituto armado también quisieron resaltar el comportamiento de los familiares de la profesora, que han calificado de ejemplar, "a pesar de estar viviendo todo lo que están pasando".