EE.UU. e Israel abandonan la UNESCO culpando al organismo de sesgos propalestinos
El 31 de diciembre, EE.UU. se retiró oficialmente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Un día después Israel abandonó, también de forma oficial, este organismo internacional.
Ambos países ya habían anunciado sus decisiones de retirarse de la UNESCO en el 2017 tras largas tensiones con esa agencia de la ONU, a la que habían culpado de tener un sesgo propalestino.
Este lunes, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, tachó a la organización de "corrupta y manipulada por los enemigos de Israel", según el periódico The Times of Israel. El ente, dijo, "reescribe continuamente la historia", borrando, entre otros hechos, "la conexión judía con Jerusalén". "No vamos a ser miembros de una organización que actúe deliberadamente contra nosotros", añadió.
La UNESCO criticó la ocupación israelí de Jerusalén Este, nombró antiguos sitios judíos como sitios del patrimonio palestino y otorgó la membresía completa a Palestina en el 2011, reseña The Washington Post. En concreto, en el 2016, la UNESCO adoptó una resolución en la que negó todo vínculo entre Jerusalén y el judaísmo, limitándose a considerarlo un lugar único del islam. A su vez, Estados Unidos exigió una reforma fundamental.
Según consigna The Washington Post, las salidas de Washington y Tel Aviv no tendrán un gran impacto financiero para la UNESCO, ya que la agencia ha estado lidiando con una reducción de fondos desde el 2011, cuando tanto Israel como Estados Unidos dejaron de pagar sus cuotas tras la inclusión de Palestina como Estado miembro. Desde entonces, se estima que EE.UU. había acumulado 600 millones de dólares en cuotas impagas, siendo uno de los motivos por los cuales el presidente Donald Trump decidió retirarse. Israel le debe a la UNESCO un monto estimado de 10 millones de dólares.
No es la primera vez que Estados Unidos se retira de la UNESCO. El gobierno de Ronald Reagan ya lo hizo en 1984, porque consideraba a la agencia mal administrada, corrupta y utilizada para promover los intereses soviéticos. Estados Unidos se reincorporó al organismo en el 2003.