El presidente francés, Emmanuel Macron, ha condenado la violencia desatada durante las acciones de protesta del movimiento de los 'chalecos amarillos' en el país y ha instado a las partes a que dialoguen.
"Una vez más, la violencia extrema vino a atacar a la República, a sus guardianes, a sus representantes, a sus símbolos. Quienes cometen estos actos olvidan el corazón de nuestro pacto cívico. Se hará justicia. Todos deben unirse para llevar a cabo el debate y el diálogo", escribió Macron en su Twitter.
Este sábado los 'chalecos amarillos' salieron a las calles de Francia por la octava vez desde que las protestas de ese movimiento comenzaron el pasado 17 de noviembre. En total, unas 25.000 personas participaron en las protestas en toda Francia.
En una carta abierta, los integrantes del movimiento advirtieron al presidente Macron que "la ira se convertirá en odio" si continúa "considerando a la gente común como mendigos".
Durante la jornada los manifestantes lanzaron adoquines y otros proyectiles a los agentes, que respondieron con cañones de agua y gases lacrimógenos. Policías antidisturbios cargaron contra los manifestantes y se registraron más de cien arrestos en París.