A finales de 2016, varios empleados de la Embajada de EE.UU. en La Habana comenzaron a quejarse de extraños sonidos que escuchaban en sus casas y les provocaban dolores de cabeza, pérdidas de audición y problemas para dormir. A causa de ello, Washington ordenó una reducción del personal de su misión diplomática en más de un 50 % y acusó a las autoridades cubanas de realizar 'ataques sónicos'. Sin embargo, esta afirmación ha sido cuestionada repetidamente mientras los expertos señalan que nadie ha logrado crear semejante tipo de armas.
De acuerdo con un reciente estudio, no habría mano criminal detrás de esos presuntos ataques sónicos. Tras analizar los audios de los misteriosos ruidos que precedieron las quejas de los diplomáticos estadounidenses, expertos han concluido que estos coinciden con los cantos de un grillo caribeño de la especie Anurogryllus celerinictus.
Esta versión ya había sido contemplada anteriormente. Sin embargo, los investigadores enfatizan que el sonido del insecto por sí solo no puede causar tales síntomas. Por ello, algunos especialistas apuntan a la posibilidad de que los diplomáticos de EE.UU. en Cuba sufrieron un episodio de histeria colectiva, según informa Vanity Fair.
Miedo a una enfermedad física real
Si vemos lo que les pasó a los diplomáticos en La Habana como un 'ataque', hay que buscar algo capaz de producirlo, sugiere la revista. Habría que emitir un sonido que variara ampliamente de oyente a oyente. Habría que atacar solo a los empleados de la embajada dondequiera que estuvieran, ya sea en sus casas o en un hotel. Habría que producir una amplia gama de síntomas que parecieran no tener relación entre sí. Y habría que comenzar con una o dos víctimas antes de propagarse rápidamente al resto del grupo.
"Siempre ha habido un mecanismo que produce precisamente ese efecto en los seres humanos. Hoy en día, en la literatura médica se hace referencia al trastorno de conversión, es decir, la conversión del estrés y el miedo en una enfermedad física real. Pero la mayoría de la gente lo conoce por un término más antiguo y gastado: histeria en masa", señala el medio.
El trastorno de conversión, según la terminología moderna, es la rápida propagación de signos y síntomas de una enfermedad entre los miembros de un grupo social cohesionado para la cual no existe una causa orgánica correspondiente.
Según precisa Vanity Fair, la enfermedad psicógena masiva, como también se le conoce, es esencialmente un estrés que afecta a un grupo muy unido, como una embajada, y se comporta epidemiológicamente, es decir, se propaga como una infección.
Enfermedad imaginaria, síntomas reales
Debido a que los orígenes de esta aflicción son psicológicos, los que están en el exterior suelen descartarlos con la típica frase "todo está en la mente". Pero, en realidad, los síntomas físicos creados por la mente están lejos de ser imaginarios o falsos.
"Piense en la enfermedad psicógena masiva como un efecto placebo a la inversa", afirma Robert Bartholomew, profesor de sociología médica y uno de los principales expertos en trastornos de conversión. "Con frecuencia, puedes hacerte sentir mejor tomando una pastilla de azúcar. También puedes sentirte enfermo si crees que estás enfermando. La enfermedad psicógena masiva involucra al sistema nervioso y puede imitar una variedad de enfermedades".
Los científicos en Cuba fueron los primeros en darse cuenta de que el brote en la Embajada de EE.UU. podría ser fruto de una histeria masiva. Mitchell Valdés-Sosa, director del Centro de Neurociencia de Cuba, declaró a The Washington Post: "Si tu gobierno viene y te dice: 'Estás bajo ataque. Tenemos que sacarte de allí rápidamente', algunas personas comienzan a sentirse enfermas... existe la posibilidad de un contagio psicológico".
La era de contaminación acústica
El contagio psicológico ocurre típicamente en lugares donde las personas se juntan bajo presión y donde es difícil evitar el estrés. A menudo, la histeria colectiva ocurre en fábricas y escuelas. En términos de lugares bajo presión, las embajadas son candidatos perfectos.
Para que comience una histeria en masa, debe haber un impacto apreciable: humo, olor específicos, vacunaciones, etc. Por ejemplo, en 2006 en Portugal, decenas de estudiantes afirmaron sufrir sarpullidos, dificultades para respirar y mareos. Finalmente, todo se atribuyó a la emisión de una popular serie de televisión en la que los personajes experimentaban exactamente los mismos síntomas.
Lo más sorprendente de los casos de histeria en masa es cómo los síntomas, y sus posibles causas, cambian a lo largo del tiempo para adaptarse a cada momento y cultura. Hoy en día, en una era definida por la contaminación acústica, los sonidos 'extraños' pueden surgir como un nuevo catalizador para el trastorno de conversión.