Un estudio concluye que el perfeccionismo podría llevar a problemas con el alcohol
Una nueva investigación, publicada en la revista Journal of Research in Personality, arroja luz sobre cómo el perfeccionismo podría llevar a problemas relacionados con el alcohol.
El estudio incluyó a 263 adultos jóvenes que llenaron cuestionarios durante 21 días. Las preguntas se referían al perfeccionismo, los estados emocionales, las razones para beber, y cualquier problema inducido por el alcohol, como peleas, conductas de riesgo, descuido de responsabilidades y daños a las relaciones personales.
Los investigadores querían profundizar en las relaciones entre el perfeccionismo, los estados emocionales y el consumo de alcohol. "En términos generales, el perfeccionismo es un factor de riesgo para una gran cantidad de psicopatologías, específicamente la ansiedad, la depresión y los trastornos de la alimentación", explicó al portal PsyPost Sean P. Mackinnon, autor del estudio y profesor del Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Dalhousie (Canadá).
El deseo no ser visto nunca como imperfecto
Los expertos encontraron una relación entre una faceta del perfeccionismo y los problemas con el alcohol. Podría parecer que el perfeccionismo es querer ser visto siempre como alguien perfecto. Pero hay otra motivación fundamental: querer no ser visto nunca como alguien imperfecto. En esa sutil diferencia yace el problema, según los investigadores.
Una persona obsesionada por ocultar sus fallas (reales o imaginarias) siente emociones negativas. Esto la pone en riesgo de beber en exceso para adaptarse o enfrentar el estrés. Esas motivaciones llevan a una mayor tasa de problemas con el alcohol.
"La otra cosa curiosa es que los perfeccionistas tienden a tener más problemas relacionados con el alcohol, pero no necesariamente consumen una gran cantidad de alcohol", señaló MacKinnon.
Pero cabe mencionar que el estudio fue relativamente limitado, con participantes de dos lugares en Canadá. Los resultados sugieren una relación entre el perfeccionismo y el problema con la bebida, pero no establecen la causalidad definitivamente.