El imprevisible futuro del Brexit: ¿Qué puede pasar tras la votación en el Parlamento británico?
El Parlamento británico acomete este martes una de las sesiones más trascendentales de su historia. De la votación que se celebrará, saldrá refrendado o rechazado el acuerdo del Brexit propuesto por la primera ministra, Theresa May, que ya ha advertido que si no logra los apoyos necesarios "habrá que hacer frente a una catástrofe".
Por el momento, todo indica que al menos medio centenar de diputados conservadores, junto a toda la oposición laborista, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), el Partido Liberal Demócrata y el Partido Unionista Democrático (DUP) votarán en contra del acuerdo. De ser así, Theresa May, que necesita 318 votos, perdería la votación de manera contundente, por unos 100 votos de diferencia.
Desde el punto de vista de la líder conservadora, el peor escenario posible es la "parálisis parlamentaria" que prevé tras este hipotético –y probable– rechazo de su acuerdo, que en su opinión implicaría "el riesgo de no salir de ningún modo de la Unión Europea".
Efectivamente, esta opción constituye uno de los extremos en el espectro de posibilidades que se abre en relación a la votación de este martes, pero por supuesto hay muchas otras.
¿Que ocurre si el Parlamento vota a favor del acuerdo?
En ese caso, el próximo 29 de marzo el Reino Unido dejaría de ser un estado miembro de la Unión Europea. Los términos del acuerdo obtenido por el Ejecutivo de Theresa May con Bruselas pasarían a formar parte de la legislación británica y el Parlamento europeo procedería a la ratificación del Brexit en los términos pactados.
¿Qué ocurre si el Parlamento vota en contra del acuerdo?
En primera instancia, el Gobierno de May dispondría de tres días más para presentar una segunda versión del acuerdo. Si este "plan B" también fracasara, los escenarios posibles son múltiples.
El 'no-deal', un Brexit sin acuerdo
Si May pierde la votación y nadie propone una alternativa, el Reino Unido abandonaría la Unión el 29 de marzo, pero sin ningún acuerdo. Esta forma de Brexit implicaría un abandono sin reglas comerciales ni fronterizas conjuntas con Bruselas. No es el escenario más deseado, pero nadie lo descarta.
De hecho, la primera ministra ya ha acuñado un eslogan para legitimarlo: 'No deal is better than a bad deal' (' Un no acuerdo es mejor que un mal acuerdo').
Moción de Censura
El líder del partido laborista, Jeremy Corbyn, ya ha anunciado que presentará una moción contra el Gobierno en caso de que el acuerdo sea rechazado por la Cámara. En tal caso, se abriría un plazo de dos semanas para la votación de esta iniciativa.
Los conservadores, por su parte, también podrían llamar a una moción, confiando en que la actual primera ministra saliera reforzada. Incluso May podría dimitir para dejar paso a la formación de un nuevo Gobierno con otro líder conservador.
En este último caso, una victoria les permitiría seguir al frente del Ejecutivo. Una derrota, en cambio, daría luz verde a que los laboristas intentaran formar un nuevo Gobierno, que necesitaría a su vez la confianza del resto de la cámara.
Otro resultado de cualquier moción impulsada podría ser la convocatoria de elecciones anticipadas.
Elecciones generales
Tanto como resultado de una moción de censura como por decisión directa de la propia Theresa May, unas elecciones anticipadas podrían ser el siguiente paso a un fracaso del Gobierno en la votación de este martes. Para ello, dos tercios de la cámara tendrían que votar a favor. Dado que la legislación electoral británica exige un plazo mínimo de 25 días laborables para poder celebrarlas, estos hipotéticos comicios tendrían lugar a finales de febrero o principios de marzo.
Un segundo referéndum
No es la más probable de las opciones. Ni los conservadores ni los laboristas quieren repetir la consulta, pero si se rechaza el acuerdo en la Cámara de los Comunes, podría aumentar la presión para convocarlo, ante el temor a un Brexit sin acuerdo.
Ya en el pasado mes de octubre más de medio millón de personas se manifestaron en Londres para exigir un segundo referéndum, y poco después se presentaron más de un millón de firmas con el mismo propósito.
Organizar un nuevo referéndum dilataría considerablemente el problema en el tiempo, ya que serían necesarios algo más de cinco meses para establecer todos los términos, y complicaría la situación con respecto a los plazos pactados con Bruselas.
Theresa May, por su parte, siempre se ha mostrado en contra de la celebración un segundo plebiscito, argumentando, entre otras cosas, que causaría más división en el país.
El Parlamento toma el control
El diario The Sunday Times reveló este domingo que un grupo de diputados estaría planeando cambiar el reglamento de la Cámara de los Comunes para obtener el control del proceso del Brexit a partir del previsible rechazo del acuerdo presentado por los conservadores. Algunos de estos diputados serían miembros del propio partido de May, incluso antiguos ministros bajo su mandato. Además, contarían con el respaldo del presidente de la cámara, John Bercow.
May ha condenado enérgicamente esta posibilidad, que desde su punto de vista causaría "un daño catastrófico a la democracia".
"¿Qué pasaría si nos encontráramos en una situación a la inversa, con el Parlamento intentando sacar al país de la UE en oposición a un voto popular a favor de la permanencia?", planteó May al respecto.
"Todos tenemos el deber de implementar el resultado del referéndum", concluyó la primera ministra, haciendo alusión al compromiso de culminar el Brexit que tanto laboristas como conservadores reflejaron en sus respectivos manifiestos durante las elecciones anticipadas de junio del 2017.
Se cancela el Brexit
Este escenario, que May presenta como "catastrófico" para elevar la presión a favor de su acuerdo de salida con la Unión Europea, sería en realidad el más sencillo, ya que existe una vía jurídica directa para lograrlo: una sentencia del Tribunal de Justicia europeo que autoriza a Londres a revocar unilateralmente la notificación con la que inició su proceso de salida de la UE en marzo de 2017. Esto permitiría a Londres continuar como estado miembro como si no hubiera pasado nada.
David Romero
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