"Estados Unidos sigue una línea para desmantelar el sistema de acuerdos internacionales de control de armas que le atan sus manos para aumentar su potencia militar. O intenta cumplirlos de forma selectiva, es decir, solo en la parte que satisfaga sus intereses", ha declarado el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en el marco de las entrevistas con los medios serbios Vecernje novosti y Politika.
El líder ruso ha añadido la intención de Washington de retirarse del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) se ha convertido en "otro eslabón en una larga cadena de acciones similares". "Es obvio que las consecuencias de tal política serán las más negativas", ha subrayado el presidente.
En este sentido, el jefe del Estado ruso ha asegurado que Moscú no va a hacer la vista gorda al despliegue de misiles estadounidenses, "que representan una amenaza directa para nuestra seguridad".
"Nos veremos obligados a tomar medidas de respuesta eficaces", ha advertido Putin al señalar que a pesar de las circunstancias "Rusia, como un país responsable y sensato, no está interesado en una nueva carrera de armamentos" y está abierto a continuar el diálogo con EE.UU. para encontrar formas de preservar el tratado INF.
Expansión de la OTAN
Asimismo, Putin ha indicado que la política de expansión de la OTAN en Europa representa un vestigio de la Guerra Fría, así como "una estrategia militar-política errónea y destructiva".
"Hoy en día, la Alianza está tratando de fortalecer su presencia en los Balcanes. Sin embargo, al hacerlo solo crea las líneas de división en el continente europeo y viola gravemente el principio de la indivisibilidad de la seguridad", ha señalado el líder ruso y ha indicado que en última instancia esta política conduce no al fortalecimiento de la estabilidad, sino a una disminución de la confianza y un aumento de las tensiones en Europa.
El líder ruso, ha recordado que en 1999, las fuerzas de la OTAN, sin la aprobación de la ONU, durante dos meses y medio bombardearon Yugoslavia, y en el 2008 Washington y sus aliados "apoyaron la proclamación ilegítima de la independencia de Kosovo", lo que ha convertido a Occidente en "un factor desestabilizador grave" en la región.
En cambio, la "prioridad absoluta" de Moscú en los Balcanes es "contribuir al fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad regionales", ha concluido Putin al indicar que Moscú tiene muchos amigos en esta región, entre los cuales Serbia ocupa un lugar especial como socio estratégico.