Hoy se ha difundido la primera grabación que muestra el tramo de 73 metros que ocupa el primer tramo del pozo —desde la boca hasta un tapón de tierra— en el que está atrapado Julen Roselló, el niño de dos años que desapareció el pasado 13 de enero en Totalán (Andalucía, España).
El agujero en el que se encuentra el cuerpo del pequeño mide 107 metros y tiene solo 25 centímetros de diámetro. Durante su avance, la cámara choca con tierra que bloquea el paso tras un desprendimiento que se habría producido tras la caída del menor e impide que los equipos de rescate accedan al lugar donde se encuentra.
En el documento gráfico se escucha a algunos de los operarios más de 100 operarios involucrados en la operación dependientes de diferentes Administraciones Públicas y empresas privadas, que se han ofrecido a colaborar en los trabajos.
La compañía sueca Stockholm Precision Tools, que participó en el exitoso rescate de los 33 mineros chilenos atrapados en 2010, ha utilizado un georradar con el que ha localizado una oquedad de 15 metros por debajo del tapón de tierra.
Prioridad: un pozo paralelo
Ahora mismo, la prioridad es excavar un túnel paralelo de mayor diámetro, aunque se mantienen los trabajos para sacar el material que tapona el pozo en el que cayó Julen, una tarea que se dificultó por la rotura de la maquinaria que llevaba a cabo el proceso.
Por el momento, se ha paralizado la construcción de otro túnel horizontal que comenzó la noche del pasado 15 de enero debido a la inestabilidad del terreno y al temor de que se produjeran nuevos desprendimientos.
José y Vicky, padres de Julen, han permanecido durante la mayor parte del tiempo en el lugar de la tragedia. Ayer, el esposo manifestó: "Estamos muertos, pero con la esperanza de que tenemos un ángel que va a ayudar a que salga vivo".
En 2017, esa pareja ya perdió de un infarto a Oliver, su hijo mayor.