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Hallan en una playa de Francia restos de un avión que podría ser el del futbolista argentino Emiliano Sala
La aeronave ligera en la que se trasladaba el deportista desapareció de los radares la semana pasada cuando se dirigía a Cardiff, Gales.
Tras varios días de búsqueda, investigadores dieron con los restos de un avión en una playa francesa que podrían pertenecer al que trasladaba al deportista argentino Emiliano Sala. La aeronave desapareció de los radares el pasado 21 de enero cuando sobrevolaba el canal de la Mancha.
Según informó la Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos de Gran Bretaña (AAIB), se encontraron asientos en la playa de Surtainville, ubicada en la región de Normandía, al norte de Francia. "A partir de un examen preliminar, hemos llegado a la conclusión de que es probable que los asientos sean del avión perdido", sostuvieron desde la AAIB.
El diario francés L'Equipe añadió que los investigadores británicos explicaron que basados "en una evaluación detallada de la trayectoria de vuelo y su última posición" han identificado "un área de búsqueda prioritaria de cuatro millas náuticas cuadradas (13,7 kilómetros cuadrados)".
"Hemos contratado una máquina especializada para realizar investigaciones submarinas", apuntó la AAIB, y afirmó que la búsqueda comenzará "al final de esta semana" debido al clima y las condiciones del mar.
La desaparición
En su último contacto por radio, Dave Ibbotson, el piloto del avión ligero Piper Malibu, solicitó el descenso mientras sobrevolaba la isla de Guernsey. Pero la transmisión se perdió a una altura de 700 metros. Esto sucedió a unos 50 kilómetros de donde fueron hallados los restos.
Con el correr de la investigación se descubrió que Ibbotson no tenía licencia comercial para volar. Según publica el tabloide británico The Sun, el piloto de 59 años y con cuatro hijos, solo contaba con una licencia privada. Además, hacía frente a unas deudas que rondaban los 23.500 dólares y trabajaba como fontanero y disc-jockey.
Sala jugó entre 2015 y 2019 en el club Nantes, y acababa de ser fichado por el Cardiff, el pasado 19 de enero. Su fichaje ha sido el más caro de la historia del club galés: alrededor de 17 millones de euros. Justamente estaba viajando desde la ciudad francesa a su nuevo destino profesional cuando se perdió su rastro.
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