El presidente del Tribunal Federal Supremo (STF), Dias Toffoli, autorizó al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva salir de prisión para despedirse de su hermano, Genival Inácio da Silva, en la ciudad industrial de Sao Bernado do Campo, en el estado Sao Paulo. En un comunicado, dirigido al presidente del TSF, los abogados de Lula informan de que el expresidente "no desea realizar el desplazamiento", porque la decisión llegó cuando su hermano ya había sido sepultado.
"El encuentro con sus familiares horas después del entierro de su hermano en una unidad militar (...) agravaría el sufrimiento, ya de por sí bastante intenso, de sus miembros", reza el comunicado.
Por su parte, Gilberto Carvalho, exministro del PT, también estimó "lamentable y totalmente inviable" la demora. "Lula con mucha dignidad lo agradece, pero no viene. No tiene sentido", afirmó.
Encuentro en una Unidad Militar
Toffoli permitió a Lula encontrarse con sus familiares en una Unidad Militar en Sao Bernardo de Campo, con la posibilidad de que el cuerpo de su hermano se traslade hasta allí. Vavá, como se conocía al hermano mayor del expresidente, murió el martes, con 79 años, víctima de un cáncer. Su entierro tuvo lugar a primera hora de la tarde en la citada ciudad.
El presidente del STF explicó que las "eventuales objeciones" de la Policía Federal, que recomendó que el líder del PT no fuese liberado, no deben "impedir un derecho asegurado a aquellos que están sometidos al régimen de cumplimiento de pena".
El magistrado prohibió durante el encuentro el uso de celulares u otros medios de comunicación, así como la presencia de periodistas y declaraciones públicas, para "mantener la seguridad del expresidente, de los presentes y los agentes públicos que le acompañan".
Permiso denegado
Anoche, la jueza Carolina Lebbos estimó que no había tiempo suficiente para lograr que la logística de transporte de Lula se completase antes del entierro.
En un informe, la Policía Federal (PF) aseguró que no se disponían de los medios de transporte necesarios porque los helicópteros estaban siendo utilizados en las operaciones de rescate de Brumadinho, en el sudeste del país, donde la semana pasada se roturó un dique, que ha provocado la muerte de 84 personas y todavía hay 276 desaparecidos. La PF también alegó motivos de seguridad.
Recurso ante el STF
Los abogados de Lula presentaron un recurso esta madrugada ante el STF contra la decisión de la jueza. La defensa subrayó que la cuestión logística podía ser "fácilmente solucionada", y recordó que cuando Lula estuvo preso durante la dictadura militar, en 1980, se le permitió salir de prisión para asistir al funeral de su madre, Eurídice Ferreira Mello.
Además, los abogados argumentaron que la Ley de Ejecución Penal garantiza al exmandatario "el derecho humanitario" a salir de prisión para asistir al entierro de su hermano. Según este artículo, los presos pueden abandonar la cárcel escoltados en caso de fallecimiento o enfermedad grave del cónyuge o un familiar.
Lula, de 73 años, cumple una pena de 12 años de cárcel en la prisión de Curitiba, a unos 400 kilómetros de Sao Paulo, por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Velatorio y entierro
En el velatorio y entierro estuvieron presentes, entre otros, el excandidato a la presidencia, Fernando Haddad, y la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, que se mostraron "indignados" y criticaron lo ocurrido.
"Si no se consigue garantizar la seguridad en un velatorio, ¿cómo la PF [Policía Federal] puede garantizar el combate del crimen organizado?" , escribió Hoffmann en su cuenta de Twitter, mientras recordó que el PT se ofreció a hacerse responsable del transporte de Lula. "Solo dos palabras resumen esta decisión: incompetencia y persecución", destacó.
Por su parte, Haddad se limitó a decir en las redes que el caso de Lula "desbordó lo político y se volvió personal".