El Gobierno de EE.UU. está avanzando en una nueva estrategia sobre América Latina que aspira a recuperar su lugar histórico como potencia hegemónica de la región desplazando a otros países como Rusia, China e Irán.
De acuerdo a un artículo publicado en The Wall Street Journal, el primer paso de este nuevo plan se está viendo en Venezuela con el apoyo estadounidense al autoproclamado presidente Juan Guaidó y el intento de expulsar a Nicolás Maduro como mandatario del país.
Pero también se apunta nuevamente hacia Cuba, país que la administración actual considera que "difunde una visión antiamericana en otras naciones" y, por lo tanto, supone una "amenaza a la seguridad de EE.UU.". Es por eso que, según el citado medio, se analiza volver a designarlo como país patrocinador del terrorismo y elaborar una lista de sanciones contra funcionarios de la isla.
En esa lista también entra Nicaragua como parte de una tríada de Estados que no van en sintonía con los intereses de Washington.
Apartar a otras potencias en la región
El diario norteamericano hace hincapié en que el objetivo de esta estrategia sería el desplazamiento de China, Rusia e Irán como países influyentes y con vínculos con la región. Para el analista internacional Lázaro Barredo, EE.UU. "va a reactivar la Doctrina Monroe" que postulaba "América para los americanos".
"Es una reacción, indiscutiblemente contra China y contra Rusia, fundamentalmente, que han estado realizando estos años un proceso de inversión y cooperación con los países de América Latina sin importar su credo político", añadió el especialista.
En ese sentido, enfatizó que estos países construyeron "relaciones de amistad y de respeto que EE.UU. no puede permitir, porque indudablemente los empresarios norteamericanos empezaron a encontrar que tenían contraparte con propósitos totalmente distintos".
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