Hermano de una activista saudita habla de las "sesiones de torturas" que ella sufre en "un palacio del terror"
Walid Alhathloul, hermano de la activista por los derechos de las mujeres en Arabia Saudita, Loujain Alhathloul, ha revelado en un artículo para la CNN, publicado el 31 de enero, las torturas que ella sufre mientras se encuentra bajo arresto acusada de "contacto sospechoso con entidades extranjeras".
El hombre, que ahora vive en Toronto (Canadá), señala que su hermana ha luchado por la mejora de la calidad de vida en el país árabe y se ha opuesto a la violencia doméstica, lo que, según Walid Alhathloul, provocó su arresto en mayo del 2018.
"El sueño de Loujain era que las víctimas [de la violencia] pudieran encontrar seguridad sin tener que huir del país", afirma y menciona como ejemplo el caso de Rahaf Mohammed al Qunun, quien huyó de los maltratos de su familia y solicitó asilo en Canadá tras pasar por Tailandia.
Un mes después de su detención, Loujain Alhathloul llamó a su hermano y le contó que "estaba encerrada en un 'hotel' en [la ciudad de] Yeda y no en una cárcel tradicional". "Parecía que siempre había alguien [que estaba] vigilando atentamente y diciéndole qué podía decir y qué no", recuerda el hombre.
Las torturas en el "palacio del terror"
Sin embargo, la defensora de los derechos logró contarle a sus padres cuando recientemente la visitaron en prisión qué le ocurrió realmente después de la detención. La mujer fue trasladada de la cárcel de máxima seguridad de Dhahban a un lugar a tan solo 10 minutos, que ella llamó "un palacio del terror".
"Mi propia hermana pequeña dijo que está siendo azotada, golpeada, electrocutada y acosada con frecuencia" y "las sesiones de torturas" se realizan en el sótano de ese lugar. Aparte de tener que aguantar las torturas físicas, la activista también soporta "interrogatorios horribles" y "amenazas inimaginables". Además, le ofrecieron que fuera detrás de las "mujeres sauditas que viven en el exilio y que las trajera a Arabia Saudita" y tras rechazar 'la oferta' las condiciones en las que se encuentra han empeorado.
"Arabia Saudita tiene tanto interés en posicionarse como reformador, que aún la verdadera reformadora está tras las rejas", sostiene Walid Alhathloul. "No podemos quedarnos de brazos cruzados y verla sufrir", agrega y pide la atención de la sociedad al problema. "¿Será mi voz escuchada?", pregunta.
"Afirmaciones descabelladas"
El pasado 20 de noviembre, Amnistía Internacional y Human Rights Watch alegaron que Arabia Saudita abusa de varios activistas, incluidas algunas defensoras de derechos humanos detenidas desde mayo del año pasado.
Por su parte, las autoridades de Arabia Saudita negaron que en ese país se realicen torturas y acosos sexuales, como indican los informes. "El Gobierno del Reino de Arabia Saudita niega rotunda y categóricamente esas acusaciones", comunicó el Ministerio de Medios saudita. Riad aseguró que esos textos, que incluyen "afirmaciones descabelladas" y citan "testimonios anónimos" o "fuentes informadas", son incorrectos.