El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha fijado los plazos dentro de los que los ciudadanos estadounidenses y las empresas extranjeras pueden seguir comerciando con la compañía estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) sin verse expuestos a las potenciales sanciones del país norteamericano.
De acuerdo con una nota del Tesoro, los ciudadanos estadounidenses tienen permitido realizar cualquier compra de petróleo y sus derivados a PDVSA hasta el 28 de abril; después de esa fecha tendrán prohibido llevar a cabo tales transacciones sin una licencia especial.
Las compañías no estadounidenses tienen hasta esa misma fecha para dejar de adquirir esos recursos venezolanos a través del sistema financiero de EE.UU. o de agentes de ese país, mientras que los empleados y contratistas estadounidenses que operen en esas empresas fuera del país norteamericano y de Venezuela podrán realizar "ciertas transacciones de mantenimiento o de repliegue" hasta el 29 de marzo.
Todo esto, no obstante, con la condición ya vigente de que los pagos efectuados serán dirigidos a un fideicomiso gestionado por el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, de acuerdo con las sanciones impuestas por Washington este lunes en un intento por poner fin al actual Gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
Las medidas restrictivas y coercitivas aplicadas por Washington comprenden el congelamiento de unos 7.000 millones de dólares en activos de esa compañía estatal venezolana, en adición a una pérdida estimada de 11.000 millones de dólares de sus exportaciones durante los próximos años. Venezuela envía cerca de 500.000 barriles por día (bpd) de crudo a EE.UU. de sus exportaciones totales cercanas a los 1,2 millones de bpd.
El ministro venezolano de Petróleo y presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, ratificó la voluntad del Gobierno venezolano de mantener la operatividad con las empresas que tienen contratos de suministro, y adelantó una de las primeras medidas para impactar lo "menos posible" el mercado petrolero: "[Cada] barco que salga de un puerto venezolano cargado con nuestro recurso debe ser cancelado antes de dejar el puerto".
Respecto a las preocupaciones sobre cómo realizar los pagos, por las que algunos compradores internacionales se han rehusado a aceptar cargamentos petroleros de Venezuela, un alto ejecutivo del sector consultado por Reuters explica: "Si un proveedor puede [comerciar con PDVSA] sin utilizar el sistema financiero de EE.UU., entonces no está violando nada".