Sabrina Bittencourt, una activista por los derechos humanos, ha aparecido muerta en su domicilio de Barcelona (Cataluña, España), según informó a través de Facebook la presidenta de la ONG brasileña Vítimas Unidas, Maria Do Carmo Santos, el pasado 3 de febrero.
La fallecida se habría suicidado después de dejar una carta de despedida —posteriormente fue borrada— en la que explicó que su amor "será eterno" para todos sus partidarios, se disculpó "por no aguantar" y anunció que se uniría a Marielle Franco, una concejala de Río de Janeiro acribillada a balazos el año pasado.
Esta fémina lideraba las denuncias contra el médium brasileño João Teixeira de Faria conocido como João de Deus —'Juan de Dios', en portugués—, un 'curandero psíquico' que se encuentra en prisión preventiva acusado de haber abusado sexualmente de más de 300 mujeres procedentes de Brasil y otros seis países.
Hace unas semanas, Bittencourt denunció que ese gurú mantenía 'granjas de bebés' en sus propiedades, en donde esclavizaban sexualmente a mujeres jóvenes y las utilizaban como vientres de alquiler para vender a sus hijos en el mercado negro fuera de Brasil.
Gabriel Baum, uno de los tres hijos de la finada, explicó que su madre "dejó todo con pruebas, organizado" tras investigar las presuntas actividades ilícitas de ese guía espiritual.
Si se confirma, sería el segundo suicidio relacionado con el escándalo sexual de João Teixeira de Faria. El primero fue divulgado por la propia Sabrina Bittencourt en diciembre de 2018.