Cuerda tensada: El juicio contra los líderes catalanes pone a prueba el independentismo

Cuando queda un día para que dé comienzo el juicio por el llamado 'proceso' catalán, que juzgará a 12 líderes independentistas por los delitos de malversación de caudales públicos, desobediencia, sedición y rebelión, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, exige que las negociaciones contemplen la autodeterminación para reanudar el diálogo con el Gobierno de España y negociar los Presupuestos.

En una entrevista en Catalunya Radio, Torra afirmaba también que "en todos los papeles" que su Ejecutivo ha enviado a la vicepresidenta Carmen Calvo le dejan "claro" que su "objetivo es la independencia".

Por su parte, el presidente español, Pedro Sánchez, afirma que defiende el diálogo y la Constitución como vías para resolver el conflicto catalán, tras la manifestación celebrada Madrid el domingo por la unidad de España, convocada por la derecha que, según Sánchez, buscó el enfrentamiento entre españoles.

Mientras, aunque en las calles de Barcelona se aprecian multitud de pancartas que piden la 'liberación de los presos políticos' o la 'independencia', lo cierto es que la movilización en las calles está disminuyendo.

Xavier Chalmeta, vecino del barrio barcelonés de Gràcia, opina que los ciudadanos deben ser los que impulsen el movimiento independentista y asegura que no hay que esperar a ver en los medios lo que hacen los partidos políticos. Además, apuesta por la desobediencia pacífica: "Para mí el camino es la desobediencia de la gente para construir una democracia, y eso no nos lo van a regalar".

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Por su parte, Joan Miquel, uno de los muchos nacionalistas que reconoce que en los últimos años ha radicalizado su postura, sostiene que el aumento de independentistas se debe a las acciones desafortunadas de los distintos Gobiernos españoles. Considera al expresidente catalán Carles Puigdemont su presidente legítimo y aboga por internacionalizar la crisis: "Si no hay nadie que obligue a España a sentarse y a dialogar, eso no va a ocurrir nunca".

Ferrán Ares, que reconoce que desde que tiene uso de razón apuesta por una Cataluña separada de España, es crítico con la manera en la que los partidos independentistas han llevado este proceso político y se muestra partidario de la unidad dentro del movimiento secesionista: "Se equivocaron en su momento, tendrían que haber ido todos a una. No puede ser que un líder político se vaya a otro país y otros estén aquí en la cárcel", afirma.

Con él coincide Francesc-Marc Álvaro, analista político, que sostiene que "de una forma clara la gente, las bases, le pide a la dirigencia independentista que aparquen los tacticismos y el partidismo".

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