España y Arabia Saudita crean una empresa conjunta de sistemas de gestión de combate
Los astilleros españoles Navantia ha firmado este lunes un acuerdo con la también estatal Saudi Arabian Military Industries (SAMI) para crear una empresa conjunta que desarrollará sistemas de gestión de combate para las corbetas de las fuerzas armadas saudíes.
La sociedad se llamará SANNI (SAMI Navantia Naval Industries) y adaptará e integrará los sistemas ya desarrollados por la compañía española, según ha informado Antonio Barberán, jefe ejecutivo de la alianza, en la exhibición militar IDEX en Abu Dabi, la mayor feria de Defensa Internacional de la región de Oriente Próximo y Norte de África.
La nueva joint venture de @NavantiaOficial y SAMI, #SANNI presentan en #IDEX2019#NAVDEX una maqueta de las corbetas AVANTE 2200 para Arabia Saudi pic.twitter.com/52O32I0AZv
— FAM del Mundo (@famdelmundo) 17 de febrero de 2019
SANNI estará controlada en un 51% por la parte saudí, mientras que el 49% restante estará en manos de la contraparte española.
Ambas empresas públicas, Navantia y SAMI, mantienen una alianza que ya en el mes de noviembre dio como resultado el acuerdo para construir cinco corbetas en los astilleros españoles para la armada del país árabe por un importe de 1.800 millones de euros.
#SaudiPavilionIDEX | The induction conference of "SANNI" company as the first national project between #SAMI and Navantia in the naval military industries. #IDEX2019pic.twitter.com/u3zUJC36xW
— الشركة السعودية للصناعات العسكرية (@SAMIDefense) 18 de febrero de 2019
Polémico compañero de negocios
La relación comercial en materia militar con Arabia Saudita ha sido muy polémica en España en los últimos tiempos. El pasado septiembre, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, anunciaba que suspendía la venta de 400 bombas de precisión al país árabe por las sospechas sobre la violación de derechos humanos en el conflicto abierto en Yemen.
De hecho, el anuncio de la ministra se produjo después de que un bombardeo saudí acabase con la vida de entre 25 y 40 niños que se dirigían en autobuses escolares a un campamento de verano.
Pero ante el peligro de que también se suspendiera la construcción de las cinco corbetas que ejecutará Navantia, el Gobierno español acabó rectificando y las bombas finalmente fueron enviadas.
Precisamente, en el mismo mes que se formalizaba el contrato de los navíos, el Parlamento Europeo pedía el cese de la venta de armas a Arabia Saudita por la continua vulneración del Derecho Internacional Humanitario que se está produciendo en Yemen. Países como Suecia, Canadá, Finlandia, Noruega, Bélgica o Alemania han seguido su mandato.