El ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, Shah Mahmood Qureshi, ha aseverado este martes que el ataque aéreo de la India, realizado este 26 de febrero contra "campamentos terroristas" situados en el pueblo pakistaní Balakot, es un "acto de agresión" que "amenaza la estabilidad regional".
El ministro indio ha condenado además la "violación de la soberanía territorial" de Pakistán.
Asimismo, el alto cargo ha declarado que Islamabad dará "una respuesta adecuada en el momento y lugar que elija".
La operación de la Fuerza Aérea de la India
En la operación de la Fuerza Aérea de la India, que duró 19 minutos, participaron 12 aviones de combate Mirage 2000 que lanzaron bombas con un peso total de 1.000 kilogramos sobre "el campo de entrenamiento más grande en Balakot" de Jaish-e-Mohammad, el grupo terrorista al que se atribuyó el atentado contra un convoy policial que dejó decenas de muertos en la región india de Cachemira el pasado 14 de febrero.
Tras el ataque, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India comunicó que la acción era "absolutamente necesaria", ya que Jaish-e-Mohammad planeaba nuevos ataques en el país, así como agregó que Pakistán no tomó medidas para eliminar la infraestructura terrorista en su territorio.
La India proporciona "periódicamente" información a Pakistán sobre la ubicación de los campos de entrenamiento de los "terroristas", según el comunicado. Por su parte, Islamabad niega su existencia.
Mientras que desde Nueva Deli afirman que la operación permitió eliminar "a una gran cantidad de terroristas de Jaish-e-Mohammad, instructores, comandantes de alto rango y grupos yihadistas", el portavoz de las Fuerzas Armadas de Pakistán señala que las municiones indias no provocaron víctimas al caer ni causaron daños en las infraestructuras del territorio.