Grupos terroristas de Pakistán "reciben apoyo directo de aliados claves de EE.UU.", sostiene analista político
"Jaish-e-Mohammad y otros grupos terroristas asentados en Pakistán reciben apoyo directo de aliados claves de EE.UU., inlcuyendo especialmente a Arabia Saudita", sostiene Darius Shahtahmasebi, analista legal y politico de Nueva Zelanda, en un artículo de opinión para RT.
Entre otros ataques, a Jaish-e-Mohammad se le atribuye el atentado contra un convoy policial que dejó decenas de muertos en la región india de Cachemira el pasado 14 de febrero.
Tras recibir reportes de Inteligencia sobre nuevos ataques planeados por esa organización terrorista en el territorio de la India, este 26 de febrero Nueva Delhi autorizó que 12 aviones de combate Mirage 2000 lanzaran bombas –con un peso total de 1.000 kilogramos– sobre "el mayor campo de entrenamiento" de ese gupo en el pueblo pakistaní de Balakot.
Un día más tarde Pakistán, que niega brindar albergue a Jaish-e-Mohammad, replicó con un ataque aéreo en Cachemira, en el cual dos aviones indios resultaron derribados y sus pilotos fueron capturados.
La fuente más importante de financiamiento para los grupos terroristas
De acuerdo con Shahtahmasebi, EE. UU. tiene una "larga y documentada historia de respaldo a grupos terroristas pakistaníes y anti-iraníes, con base en zonas controladas por sunitas".
En respaldo de su afirmación, el autor cita una 'solicitud de acción' –filtrada por Wikileaks– que documenta actividades de financiamiento ilícito a tales agrupaciones en Afganistán y Pakistán. Inicialmente, el documento señala que "ha sido un desafío constante persuadir a los funcionarios sauditas para que traten el financiamiento del terrorismo que emana de Arabia Saudita como una prioridad estratégica".
"Aun así, los donantes de Arabia Saudita son la fuente más importante de financiamiento para los grupos terroristas sunitas en todo el mundo", destaca el documento, agregando que ese país "sigue siendo una base de apoyo financiero fundamental" para Al-Qaeda, los talibanes, Lashkar-e-Taiba [organización terrorista con sede en Pakistán, que también está interesada en la región de Cachemira] y otros grupos terroristas".
El apoyo de la Inteligencia de Pakistán
Según Shahtahmasebi, tanto Lashkar-e-Taiba como Jaish-e-Mohammad han recibido "un apoyo abrumador" de la Dirección de Inteligencia Inter-Servicios de Pakistán (ISI, por sus siglas en inglés) desde principios de los años noventa.
De hecho, continúa el autor, Lashkar-e-Taiba formó parte en el año 1993 del Consejo Unido de Jihad (United Jihad Council), un grupo coordinador para militantes islamistas que operaban en Cachemira. Y, al hacerlo, estableció una alianza directa con Jaish-e-Mohammad.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., los dos grupos son casi idénticos.
La propia ISI de Pakistán fue el principal receptor de miles de millones en ayuda estadounidense, en particular bajo la administración de George W. Bush, señala Shahtahmasebi. Según el documento de Wikileaks, EE.UU. estaba consciente de que diversos elementos dentro de esa Dirección pakistaní mantenían vínculos con Lashkar-e-Taiba.
La solicitud de acción señala, además, que Catar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos han brindado apoyo a Lashkar-e-Taiba y otros grupos terroristas que operan en la región. Todos estos países son aliados de Estados Unidos.
Otro documento de Wikileaks confirma que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos han estado transfiriendo dinero directamente no solo a Lashkar-e-Taiba sino a Jaish-e-Mohammad.
El "juego de tira y afloja" de Arabia Saudita contra Pakistán
La financiación de Arabia Saudita a los citados grupos terroristas podría ser la razón por la que este país "fue bastante amplio en sus garantías a Islamabad de que no tenía que perseguir directamente a Jaish-e-Mohammad", continúa Shahtahmasebi, "aun cuando el liderazgo del grupo aparentemente continúa viviendo cómodamente dentro de Pakistán".
De acuerdo con el analista, Arabia Saudita quiere "ganarle a Pakistán en un juego de tira y afloja en el que Islamabad se encuentra en el centro", por lo cual ha otorgado 10.000 millones de dólares para construir una refinería de petróleo en el puerto de Gwadar, que "en realidad pone el proyecto saudita mayor en la frontera iraní".
Sin embargo, según el experto, "lo más inquietante" son los rumores que Arabia Saudita podría obtener armas nucleares de Pakistán, tras firmar una serie de acuerdos de inversión por un valor de 20.000 millones de dólares con ese país.
"Si no es suficientemente malo que India y Pakistán tengan armas nucleares y ahora estén potencialmente lanzando cada uno ataques aéreos en el territorio del otro, la idea de que estas armas apocalípticas puedan algún día terminar en manos del Reino de Arabia Saudita –país que actualmente desencadena una guerra genocida en Yemen y respalda a yihadistas conocidos en toda la región, mientras constantemente amenaza con la guerra a Teherán–, no es nada menos que un suicidio", concluye Shahtahmasebi.
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