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¿Por qué Washington no puede llegar a acuerdos con nadie?
La tendencia de la Casa Blanca a romper pactos importantes alcanzados con otros países hace que sus palabras y promesas no tengan credibilidad.
La muy esperada segunda cumbre entre los líderes de EE.UU. y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, terminó sin que se llegara a ningún acuerdo. Murray Hunter, profesor asociado de la Universidad Malaysia Perlis, dijo a RT que el resultado fue un "fracaso catastrófico" dadas las "altas expectativas" que la Casa Blanca había puesto en la reunión.
Un impedimento importante para las habilidades de Washington para alcanzar acuerdos podría ser su tendencia a abandonar los compromisos, algo que hace que confiar en sus promesas sea bastante inútil. Un ejemplo flagrante de ello se pudo ver el pasado mayo, cuando Trump decidió unilateralmente salir del histórico tratado nuclear alcanzado con Irán en 2015, pese a no tener pruebas de que Teherán hubiera violado los términos.
Confrontación con Rusia y China
Otro ejemplo son sus relaciones con Rusia, cuya reconstrucción fue parte de la plataforma de política exterior de Trump durante su campaña presidencial. Sin embargo, desde que asumió el cargo, los planes para arreglar las desavenencias con Moscú parecen haberse desvanecido.
Trump anunció que abandonará el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto suscrito en 1987 entre EE.UU. y la entonces URSS, que ha sido una pieza fundamental del moderno régimen de supervisión y control sobre la no proliferación de armas nucleares. Además, introdujo más sanciones y sigue presionando a los países europeos para que abandonen los acuerdos comerciales con Moscú.
Tampoco le ha ido muy bien con Pekín, contra el cual Washington impuso aranceles a las importaciones y amenazó con extenderlos a menos que se alcanzara un acuerdo comercial adecuado. La semana pasada, sin embargo, prometió posponer el incremento previsto de tarifas a China debido al "progreso en las negociaciones comerciales" que ambos países vienen manteniendo.
Tensión con los aliados
La incapacidad de Trump para mantener los pactos con numerosos países también ha afectado su relación con algunos de los aliados más firmes de Washington en Europa. El año pasado, el mandatario amenazó con consecuencias a los países europeos y las compañías que eludían las sanciones estadounidenses y seguían haciendo negocios con Irán. Eso llevó a la Unión Europea a crear un sistema de pagos especiales para sortear las medidas.
A principios de este mes, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, se enfrentó públicamente con la canciller alemana, Angela Merkel, a raíz de sus relaciones con Irán y Rusia, exigiendo que Europa siga el ejemplo de Washington y se retire del acuerdo nuclear de 2015. También arremetió contra la UE por la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que suministrará gas ruso a Alemania, pues Washington preferiría que Berlín cortara su relación energética con Moscú.
Un enfoque "conflictivo y maquiavélico"
En cuanto a por qué EE.UU. está reñido con tantos países, Paul Liem, presidente del Instituto de Políticas de Corea, dijo a RT que tiene que ver en parte con el enfoque "conflictivo y maquiavélico" de Trump, pero también es parcialmente debido a "la cultura de la política estadounidense, que es imperialista" en general.
En este contexto de acuerdos rotos y promesas incumplidas, no es de extrañar que Corea del Norte no esté luchando por renunciar a su arsenal basándose únicamente en las endebles promesas de la Casa Blanca.
"En el tablero de ajedrez de los asuntos globales, Trump apoya a los países que cumplirán sus órdenes y hace retroceder a los países que aplican políticas independientes", señaló Liem.
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