La Fuerza Aérea india bombardeó el 26 de febrero una "reserva forestal" cercana a Balakot, en la zona de Cachemira administrada por Pakistán, una acción que afectó a decenas de árboles. Por ello, Islamabad presentará una denuncia contra la Nueva Delhi ante en la ONU, aseguró a Reuters este viernes Malik Amin Alsam, ministro pakistaní de Cambio Climático.
Las autoridades indias no niegan el ataque, pero aseguran que los 1.000 kilos de bombas que lanzaron cayeron sobre "el mayor campo de entrenamiento" de Jaish-e-Mohammad, el grupo terrorista al que se atribuyó el atentado contra un convoy policial que dejó decenas de muertos en la Cachemira india el pasado 14 de febrero.
Sin embargo, los oficiales de Pakistán han insistido desde el inicio del enfrentamiento que en la zona de Balakot no opera ningún grupo paramilitar y que los aviones indios lanzaron sus ataques contra una reserva forestal.
"Lo que sucedió aquí fue terrorismo medioambiental. Ha habido graves daños ambientales", aseveró Alsam.
Dos reporteros de la agencia de noticias visitaron el lugar bombardeado. Estiman que hasta 15 pinos fueron derribados y dicen que los habitantes locales descartan que en el ataque murieran centenares de terroristas, como asegura el Gobierno indio.
La resolución A/RES/47/37 de la Asamblea General de la ONU prohíbe explícitamente la destrucción del medioambiente no justificada por necesidades militares.