La revista Forbes advierte que Argentina está "a un paso del colapso económico"
La revista estadounidense Forbes, especializada en finanzas y negocios, advirtió en uno de los últimos artículos de su edición mexicana que "la Argentina está a un paso del colapso económico (de nuevo)".
Con ese duro titular, el influyente medio norteamericano, que cada año formula el listado de millonarios en el mundo, sostuvo que la situación económica del país sudamericano "seguirá con vulnerabilidades" a pesar del "rescate de 50.000 millones de dólares del FMI", debido, entre otras razones, a "la fuga de capitales" y "el nivel de endeudamiento".
A su vez, Forbes puso el foco en las 3.198 empresas que cerraron entre 2015 y 2017, es decir, siete por día, de acuerdo con datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), o multinacionales como "Coca Cola, Carrefour o Avianca", que pidieron al Estado un 'Procedimiento preventivo de crisis' (PPC), dispositivo legal mediante el cual las firmas comunican al Ministerio de Trabajo y Producción que, como mínimo, ingresarán en un proceso de achicamiento, con eventuales despidos.
La situación económica de Argentina se puede explicar por su nivel de endeudamiento, que aumentó 20 puntos porcentuales del PIB entre 2017 y el segundo trimestre de 2018, alcanzando una deuda pública de 77.4% del PIB. @Forbes_CAhttps://t.co/mcKj1FwF3Opic.twitter.com/dm1mcyarVh
— Forbes México (@Forbes_Mexico) 5 de marzo de 2019
"La situación económica de Argentina se puede explicar por su nivel de endeudamiento, que aumentó 20 puntos porcentuales del PIB entre 2017 y el segundo trimestre de 2018, alcanzando una deuda pública de 77.4% del PIB, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)", indica la publicación.
Como dato positivo, Forbes destacó que el Gobierno de Mauricio Macri logró el año pasado superar la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al alcanzar un déficit fiscal de 2,4% en el 2018, en vez de 2,7%.
Consultado por este medio, el economista argentino Emmanuel Agis dice no estar de acuerdo con el análisis de la revista teniendo en cuenta el título del artículo, en especial ese "de nuevo", que hace referencia a la crisis de 2001. Y aclara: "Esta es una crisis muy distinta, no porque sea menos grave o porque los argentinos la estén pasando mejor, sino porque fundamentalmente esta vez no golpea a los bancos".
Para el exviceministro de Economía del Gobierno de Cristina Kirchner, si bien la situación es la más grave que atraviesa el país desde aquel desequilibrio, que terminó abruptamente con el mandato de Fernando De la Rúa, en este caso la crisis está "encapsulada en la economía real", con un pronóstico para este 2019 de "dos años de caída consecutiva de la actividad económica, dos dígitos de desempleo y con una suba de la pobreza que seguramente será sustantiva", analiza. Lo que la distingue esencialmente, de acuerdo al especialista, es que "no parte de los bancos, ni los contagia".
Agis aclara que el momento que atraviesa el país afecta muy particularmente a la producción nacional, porque además de una fuerte caída de la demanda interna, se suman dos factores: "Una política de importaciones extremadamente 'aperturista' en un mundo que se está volviendo cada vez más proteccionista, y segundo, que en un contexto de crisis el Gobierno decide quitar los subsidios a la energía, lo que eleva fuertemente los costos". Todo esto después de una fuerte devaluación, agrega.
"En un marco en que la industria local cae un 10 %, la construcción un 20 % y las ventas minoristas caen un 15 %, no es solo la crisis macroeconómica sino que en el medio hay una destrucción de la producción local, lo que arrastra una fuerte suba del desempleo", concluyó.
La economía de Argentina se contrajo 2,6 % el año pasado, la peor caída desde 2009, de acuerdo a cifras oficiales difundidas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La actividad económica del país sudamericano atravesó en 2018 algunos efectos negativos por la crisis cambiaria, las altas tasas de interés y una fuerte retracción del consumo. También se registró un índice de inflación de 47,6 %, el más alto desde 1991.
Emmanuel Gentile
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