Este 13 de marzo, la compañía Boeing a través de un comunicado ha afirmado tener "plena confianza" en que los aviones Boeing 737 MAX son seguros, pero ha apoyado la "suspensión temporal" de las operaciones de estas aeronaves a nivel mundial.
La decisión ha sido tomada "después de consultarlo con la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés), la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EE.UU. (NTSB) y las autoridades de aviación y sus clientes de todo el mundo".
"En nombre de todo el equipo de Boeing, extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de aquellos que perdieron la vida en esos dos trágicos accidentes", ha declarado el presidente y director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, quien ha asegurado que "la seguridad es un valor fundamental" para su empresa y "siempre lo será".
Muilenburg ha detallado que para su empresa y la industria aeronáutica en general "no hay mayor prioridad", así que sus empleados colaboran con "los investigadores" y hacen "todo lo posible" para identificar la causa de los siniestros, "implementar mejoras de seguridad y ayudar a garantizar" que "no vuelva a suceder" ninguna catástrofe.
Horas antes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado que la FAA emitirá "una orden de emergencia" para suspender los vuelos de los aviones Boeing 737 MAX 8 y MAX 9 tras la catástrofe en Etiopía.
Segundo caso en menos de cinco meses
La reciente catástrofe aérea de un Boeing 737 MAX 8 de la compañía Ethiopian Airlines, que se cobró la vida de 157 personas, fue el segundo siniestro mortal que sufrió ese modelo de avión en menos de cinco meses. A finales del pasado octubre, otro Boeing 737 MAX 8 de Lion Air se estrelló frente a las costas de Indonesia con 189 personas a bordo 13 minutos después de despegar de Yakarta. Ese aparato accidentado en el mar de Java era nuevo y apenas llevaba dos meses de servicio.