¿Las vacunas causan autismo? Conozca la dosis de ciencia que los 'antivacunas' distorsionan
Enfermedades que estaban en camino de ser erradicadas o ya habían quedado en el olvido vuelven a cobrar fuerza en varios países debido a los denominados 'antivacunas', personas que se niegan a que sus hijos sean vacunados pese al consenso entre los especialistas sobre los enormes beneficios y los bajos riesgos de la vacunación.
Esta tendencia, catalogada este año por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las diez principales amenazas a la salud mundial, nació a partir de una controversia en torno a la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, conocida como triple vírica o SRP.
En detalle, un creciente número de personas comenzó a rechazar esa inmunización e incluso a hacer campaña en contra de ella a partir del año 1998, luego de que se publicara en The Lancet —una de las más prestigiosas revistas médicas— un artículo científico que encontró un vínculo entre la vacuna y el autismo.
Posteriormente se determinó que las conclusiones de ese estudio, derivadas de una muestra de doce niños, eran falsas, lo que implicó que el artículo fuera retirado de la revista científica en el 2010 y que posteriormente el autor del texto perdiera su título de médico.
No obstante, la renuencia a la vacunación ha persistido y ha provocado, por ejemplo, que los casos de sarampión —erradicado en EE.UU. en el 2000— resurgieran en el país y se elevaran a su más alto nivel desde 1992.
Se expande el sarampión por Norteamérica. Ojalá hubiera, no sé, una vacuna o algo...🙄 pic.twitter.com/wLBhl3dfmB
— Jaime Abeja 🐝 (2.0) (@JacobusApis) March 9, 2019
Hoy en día, según un estudio del Pew Research Center, cerca de uno de cada diez adultos estadounidenses cree que los riesgos de la vacunación son mayores que sus beneficios.
El cuerpo de investigación, no obstante, continúa evidenciando que esa creencia no tiene bases científicas.
Al menos cuatro estudios exhaustivos realizados desde 1999 —el último de ellos publicado la semana pasada— confirman, con base en una muestra combinada de 1.195.524 personas, que la SRP no aumenta el riesgo de sufrir autismo.
Ante la tendencia 'antivacunas', algunos han tomado medidas para proteger la salud de sus hijos y de la población general. Según Corriere della Sera, Italia se ha sumado a los países con políticas de este tipo, y ahora prohíbe a los escolares asistir a los centros educativos sin los correspondientes certificados de vacunación.
Y esto es lo que pasa cuando no nos vacunamos: en Europa se han detectado 41.013 casos de sarampión y ya hay 37 muertos, la cifra más alta desde 2010. https://t.co/Ykp6rN4K4apic.twitter.com/GKp1cEAnKd
— Andrea Insunza (@andreainsunza) August 21, 2018
¿Riesgo por el mercurio?
Los médicos, no obstante reconocen que ciertas sustancias que de forma aislada se consideran peligrosas para la salud pueden formar parte de algunas vacunas para garantizar su efectividad, como por ejemplo el mercurio.
Este es el caso del Timerosal, un compuesto de ese metal tóxico utilizado como conservador de algunas vacunas en el pasado y en menor medida actualmente. Sin embargo, los especialistas afirman que la suma del mercurio que contienen todas las vacunas del calendario de vacunación para toda la vida no es mayor a la que se puede medir en una lata de atún.
¿Qué son las vacunas?
Las vacunas están destinadas a generar inmunidad de forma artificial contra una enfermedad específica. La preparación contiene pequeñas cantidades de un agente similar al microbio causante de la enfermedad, generalmente obtenido a partir de ejemplares muertos o debilitados del microorganismo, con el fin de que el sistema inmunológico lo reconozca y guarde un 'registro' de esa amenaza que permanecerá en su 'memoria' por el resto de la vida.
De esta forma, si llega a hacer frente a la amenaza real, podrá neutralizarla mediante la producción rápida y efectiva de los anticuerpos correspondientes.
La vacunación se realiza de forma tradicional mediante la inyección del preparado con el uso de una jeringa y una aguja hipodérmica. Hoy en día, sin embargo, existen diversos métodos para aplicar las vacunas, entre ellos la utilización de aerosoles nasales y la recientemente introducida aplicación de parches cutáneos con microagujas.
Los médicos recuerdan que no existe medicamento sin riesgo alguno. Sin embargo, la OMS hace hincapié en que el sarampión, una enfermedad muy contagiosa y grave, habría causado más de 20 millones de muertes entre 2000 y 2016 de no haber sido porque existe inmunización contra ella.
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