Desde este miércoles, la capital argentina, Buenos Aires, será la sede de la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Cooperación Sur-Sur, que contará con una fluida agenda de actividades que se extenderá hasta el viernes, y en las que participarán unos 1.500 representantes de los 193 países miembros de la organización.
La realización del plenario conmemora el aniversario número 40 del Plan Acción de Buenos Aires (PABA), aprobado en 1978. En aquel año se celebró en la capital del país sudamericano, durante un gobierno de facto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo, donde se acordó la colaboración entre naciones menos desarrolladas y se incorporaron principios básicos de la relación entre Estados: el respeto a la soberanía, la no injerencia en asuntos internos y la igualdad, entre otros.
La Cooperación Sur-Sur, tema central del encuentro, refiere a la cooperación técnica entre los países en desarrollo que, según el organismo, están ubicados mayoritariamente en el Sur del planeta. En esta ocasión se discutirán distintas alternativas para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una resolución aprobada en 2015 por los Estados miembro y que busca, entre otros objetivos, acabar con el hambre, la pobreza y contrarrestar el cambio climático.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Faurie, explicó en un comunicado oficial que, a pesar de la compleja coyuntura internacional, su país considera necesario fortalecer el multilateralismo en pos del crecimiento y el desarrollo.
"Desde la segunda mitad del siglo pasado, la Cooperación Sur-Sur se ha constituido en parte integral de la política exterior en mi país, trascendiendo gobiernos y extracciones políticas, transformándose en una verdadera política de estado y en una manera sustancial a través de la cual la Argentina se relaciona con su región y con el mundo", afirmó el funcionario.
La importancia de la Cooperación Sur-Sur
En noviembre del 2018, la Oficina de la ONU encargada de este sector publicó un documento que reunió más de 100 experiencias que han contribuido al desarrollo de países de todo el mundo.
La publicación contiene ejemplos que demuestran los resultados de la cooperación Sur-Sur en distintos continentes, como el apoyo de Cuba en la lucha contra el Ébola en África Occidental; el de México y su experiencia con la diversificación de productos del maíz para mejorar la salud y la nutrición en Kenia; los conocimientos compartidos por Colombia a los países Mesoamericanos con estrategias para reducir el hambre; y los de Chile a los países caribeños sobre el etiquetado de productos como medida para acabar con la obesidad, entre otros.
Agenda bilateral
La llegada de los presidentes Mario Abdo, de Paraguay; Tabaré Vázquez, de Uruguay; y Sebastián Piñera, por Chile, volverá a tener al mandatario del país organizador, Mauricio Macri, en diferentes reuniones bilaterales, tal como lo hizo en la última cumbre del G-20, celebrada en Buenos Aires el pasado año.
Respecto a Paraguay, ambas naciones poseen discusiones pendientes relacionadas con un nuevo paso fronterizo sobre el río Paraná, punto fluvial que conecta a los países. Se proyecta habilitar próximamente un camino limítrofe sobre el coronamiento de la represa de Yacyretá, un cruce que favorecerá a las poblaciones de la provincia argentina de Corrientes, el distrito paraguayo de Misiones y, especialmente, a las comunidades isleñas de la zona.
Por el lado de Chile, Piñera y Macri sellaron un acuerdo de libre comercio durante el mes de enero para fortalecer sus exportaciones y, de esta manera, confirmaron su buena relación.
El actual evento es la antesala, además, de la cumbre del aún incipiente Prosur, que comenzará este viernes en Santiago de Chile y que contará con la presencia de los presidentes de Colombia, Ecuador y Brasil, además de Argentina, en un intento por fortalecer la cooperación en la región.
Referido a los temas con su homónimo Tabaré Vázquez, se espera que Macri ahonde en la candidatura conjunta que su país, Chile, Paraguay y Uruguay planean oficializar para el mundial de fútbol 2030. También, la actual situación de Venezuela será un tema pendiente a tratar entre los mandatarios.
Facundo Lo Duca
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