Los pilotos del Boeing 737 MAX 8 de Lion Air que se estrelló en octubre pasado en el mar de Java con 189 personas a bordo, trataron de encontrar en el manual de vuelo una respuesta al porqué el morro del avión se inclinaba hacia abajo automáticamente, pero no les alcanzó el tiempo y la aeronave se estrelló en el agua, informa Reuters, citando fuentes familiarizadas con el contenido de la grabadora de voz del avión siniestrado.
La grabadora de voz de la cabina de pilotos fue recuperada en enero, pero su contenido aún no se ha hecho público oficialmente.
Al detectar un problema de control de vuelo en los sistemas del Boeing 737 MAX 8 de Lion Air, el capitán pidió al copiloto verificar el manual que contiene información sobre posibles eventos anormales, afirmó una de las fuentes.
El capitán luchaba por estabilizar el avión, pero el sistema automatizado antibloqueo empujaba el morro de la aeronave hacia abajo. Según fuentes de Reuters, la tripulación permaneció tranquila durante la mayor parte del vuelo. Cerca del tramo final, el capitán pasó los controles de la aeronave al copiloto, mientras él trataba en vano de encontrar la solución en el manual.
Pánico en la cabina de pilotos
Sin embargo, justo antes de que el Boeing se estrellara el copiloto parecía desesperarse y no pudo controlar la aeronave. "Es como una prueba en la que hay 100 preguntas y cuando se acaba el tiempo solo has contestado 75", agregó una de las personas citadas por la agencia, indicando que el "pánico" se apoderó de la cabina de pilotos al quedarse "sin tiempo" para maniobrar.
La causa oficial del accidente del Boeing 737 MAX 8 de Lion Air aún no se ha confirmado oficialmente, pero se considera que se habría debido a fallos en el sistema de estabilización MCAS de ese modelo de aviones.
Esta semana la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil de Francia, comunicó que ha encontrado "claras similitudes" entre la catástrofe de la aerolínea indonesia con el siniestro del Boeing 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines, que se estrelló el 10 de marzo en Etiopía con 157 personas a bordo.
Por otro lado, Bloomberg, también citando fuentes familiarizadas con la investigación del vuelo de Lion Air, reveló que la aeronave había sufrido una emergencia similar en sus sistemas un día antes de la catástrofe, pero la tripulación logró evitar el accidente gracias a la ayuda de un tercer piloto fuera de servicio que se encontraba en la cabina de mando, que sabía cómo contrarrestar el problema en el sistema de control de vuelo.