El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), institución donde estudió el presidente Mauricio Macri, publicó un informe en el que expone el aumento de la "pobreza multidimensional" de aquel país sudamericano: creció entre el 2017 y 2018 desde el 26,6% hasta el 31,3%, respectivamente.
Así, mientras se espera que en los próximos días el Gobierno de a conocer su propio índice sobre la pobreza, la UCA afirma que hay 12,7 millones de habitantes con grandes carencias para el desarrollo de sus vidas. Para lanzar la publicación, los especialistas midieron a la sociedad argentina basados en los siguientes aspectos fundamentales: alimentación, salud, servicios básicos, vivienda digna, medio ambiente, educación, empleo y seguridad social. Según el análisis, la calidad de vida de muchos ciudadanos empeoró.
"En materia de pobreza de derechos económicos y sociales, a través de indicadores no monetarios, claramente se ve una tendencia a la baja en los últimos ocho años, pero muy lenta", afirma el director del observatorio, Agustín Salvia. A su vez, el experto comenta a este medio que la situación "se agravó el último año".
La publicación de la UCA detalla que el mayor aumento de la pobreza se dio en la Provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país, específicamente en las zonas cercanas a la capital de aquella nación. Allí, de un año al otro la cifra trepó desde el 34,9% hasta el 41,1%, en 2018. Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires el aumento no fue tan pronunciado: subió del 7% al 8,6%.
Salvia explica que la caída en los ingresos de gran parte de la población complica otras cuestiones estructurales, que conforman la denominada "pobreza multidimensional": "Esto generó un mayor deterioro, no solo de las condiciones o capacidades de consumo, sino también en poder resolver, a través del propio ahorro y esfuerzo de las familias, aspectos que tienen que ver con la salud, educación, vivienda o el hábitat".
Por otro lado, el docente menciona más aspectos importantes de las carencias sociales, además de las cuestiones económicas: "No han habido soluciones estructurales ni tampoco coyunturales, más allá de las políticas que promueven el retorno a la escuela de los jóvenes para terminar el secundario. Eso no tuvo ningún efecto relevante".
Para el experto, las responsabilidades de este difícil contexto son compartidas: "En los cuatro años de esta última Administración, y los 12 del Gobierno anterior, o incluso desde la crisis del 2001, se ha mostrado que las mejoras son muy lentas y tienden a agravar los problemas de desigualdad estructural de la sociedad".
Actualmente, Argentina enfrenta un duro momento de crisis económica, donde el valor de la moneda local se deprecia de forma constante con respecto al dólar y los precios de los alimentos y otros productos de consumo cotidiano aumentan más que los salarios. El panorama difícilmente mejore si se considera que el país deberá afrontar en los próximos años una elevada deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le está entregando al Estado unos 57.000 millones de dólares tras un acuerdo con el Gobierno de Macri.
"El problema de la inflación y la falta de crecimiento golpean las capacidades de empleo e ingreso, mucho más si consideramos que hay un contexto de ajuste fiscal", comenta Salvia. Al mismo tiempo, critica: "Las políticas asistenciales en transferencia de ingresos no resuelven los problemas estructurales de trabajo, educación, salud ni medio ambiente".
A pocos meses de producirse las elecciones presidenciales, el entrevistado opina que "los grandes temas de debate económico para sacar a la Argentina adelante no están siendo puestos en la agenda, ni mucho menos estas condiciones de pobreza que van más allá de lo monetario". Asimismo, desde su punto de vista ese país "tiene una sociedad fragmentada".
Por último, el académico lamenta: "Parece que seguimos reproduciendo condiciones de pobreza estructural en la sociedad argentina".
Leandro Lutzky