El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, autoproclamado como "presidente encargado" de Venezuela, anunció una sexta 'fecha decisiva' para intentar deponer el Gobierno del presidente constitucional, Nicolás Maduro, en medio de un apoyo menguado dentro de las propias filas opositoras en el país suramericano y la pérdida de respaldo a escala internacional.
"Me paro acá pedir acompañamiento", dijo Guaidó este miércoles frente a un reducido grupo de partidarios congregados en la sede del partido Acción Democrática (AD), en Caracas, donde prometió que el 6 de abril se registrarán las "primeras acciones" de la 'Operación Libertad', como ha denominado su plan para marchar hasta el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno nacional.
Trump ratifica que se mantienen "todas las opciones"
Mientras Guaidó declaraba, su esposa, Fabiana Rosales, se reunía con el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ratificó que las "opciones" sobre Venezuela aún están sobre la mesa.
Trump hizo la declaración en una rueda de prensa en la que también señaló que "Rusia tiene que salir" de Venezuela, en alusión a la presencia en Caracas de especialistas rusos que llegaron a la capital, como parte del tratado existente de colaboración técnica-militar suscrito en 2001.
En respuesta, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, afirmó que "antes de sugerir a alguien de irse de algún lugar, EE.UU. debe implementar su propio concepto de salida, en particular de Siria". "Ha pasado un mes y me gustaría aclarar, ¿salieron o no?", aseveró.
Pero más allá del apoyo de la Casa Blanca a Guaidó, las nuevas acciones de calle anunciadas por el diputado opositor se producen luego de un nuevo revés: Alemania informó que no reconocerá al 'embajador diplomático' Otto Gebauer, designado por el jefe de Parlamento, porque se venció el plazo de 30 días para convocar a elecciones presidenciales, según la Constitución del país sudamericano.
Nuevas fricciones
Dentro de las filas opositoras también se produjo una nueva fricción. El diputado Gilber Caro, del partido Voluntad Popular, el mismo donde milita el jefe de Parlamento, rechazó la posibilidad de una "intervención" extranjera, pues no quiere "ser liberado por EE.UU." ni por "ningún actor foráneo".
La declaración de Caro causó revuelo en las redes sociales, sobre todo en las filas opositoras. La mayoría de los usuarios rechazaron las palabras del diputado por cuestionar la vía militar para deponer al presidente Maduro, una opción que Guaidó no descartó para solucionar la crisis venezolana.
La postura del diputado de Voluntad Popular coincide con sectores de la llamada oposición "democrática", que repudian la vía militar como alternativa para solucionar la crisis política en Venezuela.
La semana pasada, en entrevista con RT, el dirigente opositor Enrique Ochoa Antich cuestionó la 'Operación Libertad', y aseveró que buscar el choque de fuerzas con el chavismo es "incitar una guerra civil".
De igual forma, criticó la política de ultimátum de Guaidó porque no ha cumplido con los objetivos planteados: "Pasó el 10 de enero, el 23 de enero, el 12 de febrero, el 23 de febrero, pasó el "sí o sí" de la ayuda humanitaria y no hubo resultados. El tiempo sigue pasando, se le creó una ilusión a la población, es lo que llama [el dirigente opositor] Claudio Fermín una 'oferta engañosa' y la gente se empieza a dar cuenta", sostuvo.
Manuel Palma
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