Inventos mexicanos rehabilitan a mascotas con alguna discapacidad
'Milton' tenía un año y medio cuando fue atacado por un pitbull que le deshizo la columna vertebral, quedando paralizadas sus patas traseras; con terapia ha podido restablecerse y recobrar poco a poco el movimiento. 'Lola', en cambio, cayó de un edificio, sus entonces propietarios querían 'dormirla', porque quedó sin movimiento y decidieron, finalmente, darla en adopción; tuvo que ser amputada de una extremidad trasera y hoy, a sus 4 años, tiene una vida casi normal gracias al uso de una silla de ruedas, un invento de Javier Herrera, un exfuncionario mexicano.
De esta forma, Herrera, al frente de la organización Car-Can, se convirtió en pionero en México en fabricar sillas de ruedas para perros discapacitados y bastones para perros ciegos.
"Antes, la única alternativa en los consultorios veterinarios era la eutanasia, nosotros somos provida, queremos ver a los perros nuevamente en movimiento, felices y con calidad de vida", comenta RT el hombre que está al frente de una organización de alrededor de 15 personas con sede en la alcaldía de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México.
Conocida como 'Car-Can', la asociación civil Salvando Vidas con Ruedas, desarrolla desde hace 13 años servicios veterinarios para animales, como perros, gatos y hasta conejos; su principal tarea es construir carritos o sillas para mascotas, las mismas que han llevado a países como Guatemala, Perú y Estados Unidos, así como, desde hace 4 años, bastones para perros ciegos.
Al lugar llegan entre 70 y 90 pacientes al mes, luego de obtener, en su mayoría, la eutanasia como primera opción tras consultar a varios veterinarios.
"En casi el 80% de los casos, las personas llegan a nosotros buscando una alternativa, porque ya han tenido opiniones negativas de otros médicos", relata la veterinaria zootecnista Aura Arreaga.
El padecimiento más frecuente son los traumas medulares, cuyas principales patologías son la mielopatía isquémica, las enfermedades relacionadas con el disco intervertebral y las fracturas/luxaciones vertebrales. Asimismo, las razas más predispuestas a padecerlas son las condrodistróficas, que suelen ser razas pequeñas a miniatura, como el basset hound, el poodle, el pug, el chihuahua, entre otros, explica Arreaga.
La asociación Car-Can ha tenido éxito en el 80% de los casos con cirugía, fisioterapia y el compromiso total de los dueños de las mascotas, siendo los carritos y sillas de ruedas la última opción. "El hecho de que los suban a una silla de ruedas, no quiere decir que les quiten la oportunidad de caminar, desde que se suben a la silla pueden desplazarse y el ánimo mejora, pero, en muchos casos solo es parte del proceso de restablecimiento y dejan el aparato tiempo después", explica la veterinaria.
Sin embargo, casos como el de 'Rott', una rottweiler abandonada en un basurero de la periferia de la Ciudad de México y que desarrolló raquitismo severo y deformación de la columna debido a la mala alimentación y al encierro constante en una jaula, solo tienen la opción de los carritos o sillas de ruedas, las cuales, en principio, se utilizan entre 5 y 10 minutos, a fin de que la mascota se acostumbre al artefacto.
Para mascotas que han sido amputadas, la organización utiliza prótesis solo en casos de cortes de menos de 5 centímetros, pues no hay éxito cuando son mayores.
La organización ha logrado reducir a cuatro de cada 10 perros los que requerirán una silla de ruedas.
De negocio a servicio social
Herrera, un sencillo hombre que rebasa los 60 años, reconoce que, en principio, vio en su labor solo el interés comercial, pues estaba próxima su jubilación, sin embargo, al "ver cómo estaban las cosas", su visión cambió en beneficio de las mascotas con alguna discapacidad y evitar que su único final fuera la eutanasia.
"Entonces estudiaba Medicina Veterinaria y también trabajaba en una oficina del Gobierno, estaba próximo a jubilarme y me pregunté qué voy a hacer después. Entonces vi un libro antiguo de ortopedia en la biblioteca de la universidad, era de Europa, me encontré con algo como una silla de ruedas para mascotas y me cuestioné por qué no hacer algo así en México", recuerda Herrera, quien dejó a medias sus estudios en veterinaria.
Era el 2005 y, entonces, perros con displasia de cadera, una enfermedad ósea degenerativa que se desarrolla con el crecimiento de la pelvis y puede aparecer a partir de los 4 o 5 meses de edad, quedaban discapacitados y, hasta ese momento, las mascotas que la padecían se enfrentaban a la eutanasia como primera alternativa. "Ese era mi reto y logré construir mi primera silla de ruedas un año después de haber visto aquel libro", apunta el hombre.
De esta forma, Car-Can fue pionera en México en la fabricación de sillas de ruedas para perros, realizando hasta la fecha 6.000 de ellas con un costo aproximado a los 78 dólares.
La asociación cuenta con un programa de apadrinamiento, cuya convocatoria funciona principalmente a través de redes sociales, tanto para adopción, tratamiento médico, sillas de ruedas, carritos, prótesis y bastones para perro ciego.
La asociación civil también es precursora en prótesis para mascotas en México, cuyo costo de elaboración es de poco más de 100 dólares, fabricando hasta ahora 100; asimismo, en los bastones para perro ciego, de los cuales han hecho 500 en los últimos 5 años con un valor estimado en 26 dólares.
"Ellos no tienen por qué terminar su vida en una silla de ruedas y, para nosotros, la última opción es la amputación o dormirlos", concluye el creador de Car-Can.
Signos de alerta
Arreaga comparte algunos síntomas que los dueños de mascotas no deben pasar desapercibidos:
- Las patas de la mascota empiezan a perder fuerza; esto se observa en que las abren más
- Se le vencen las patas o camina como si le faltara fuerza
- Comienza a cruzar las patas
"Los dueños de mascotas muchas veces se dan cuenta, pero lo asocian a la edad y no con una enfermedad; si el perro subía y bajaba escaleras a libertad y en algún punto lo deja de hacer, se debe poner atención", concluye.
Paola Morales
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