La 'Década del Atlántico': Bolivia busca una salida al mar tras el fallo desfavorable de La Haya

La Paz planea utilizar el río Paraná y sus cauces hasta el océano Atlántico a partir de 2020 para aumentar su comercio y reducir costes de traslado.

Desde octubre del año pasado, cuando la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya determinó que Chile no está obligado a negociar el acceso al Pacífico para Bolivia, La Paz comenzó a buscar alternativas para lograr una salida al mar sin tener que utilizar los puertos que Santiago le cedió.

Tras conocerse la decisión de La Haya, Bolivia puso sobre la mesa varias opciones: una de ellas pasaba por utilizar más los puertos peruanos de Ilo y Bolivia Mar, que Lima les cedió; la otra, denominada 'Década del Atlántico', consistía en utilizar a partir de 2020 el río Paraná y sus cauces hasta el océano Atlántico para potenciar su comercio.

Poco después, el presidente boliviano, Evo Morales, otorgó la certificación de puerto internacional a tres terminales de carga privada —Aguirre, Gravetal y Jennefer— en el canal Tamengo, que conecta con el río Paraguay, delante de Corumbá (Brasil). De momento, solo funciona el puerto Jennefer.

El objetivo del Gobierno boliviano es que la mitad de la carga boliviana que en la actualidad pasa por terminales chilenas utilice en 2021 esta nueva vía fluvial. Asimismo, el Ejecutivo de Morales prevé aumentar su movimiento de carga anual de 1,6 a 10 millones de toneladas.

Este miércoles llegó el primer buque de carga de gran calado al puerto Jennefer, en la provincia de Santa Cruz de la Sierra. La embarcación, que puede transportar 84 contenedores, espera llenar sus bodegas de cemento y madera bolivianos con la intención de exportarlos a China y Paraguay, respectivamente.

La Paz no quiere depender de Santiago

"Es un día histórico", dijo Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterio (IBCE), que celebró el hecho porque "demuestra la viabilidad" del sistema fluvial del canal Tamengo.

Sin embargo, los críticos del proyecto creen que se trata de una pérdida de tiempo y de dinero, pues es un trayecto de al menos 3.000 kilómetros. Desde el Gobierno de Bolivia defienden esta alternativa, asegurando que dará una mayor independencia al comercio del país, generando trabajo, ingresos e inversiones para los bolivianos.

Por otro lado, en diciembre del año pasado Bolivia anunció que destinaría 250 millones de dólares para el puerto Busch, junto al río Paraguay en Santa Cruz, para ahorrar entre el 30 y el 50 % de los costes de traslado. En la misma línea, el país latinoamericano se unió el año pasado al Acuerdo de Transporte Fluvial de la Hidrovía, del que también forman parte Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que pretende construir un canal navegable por los ríos Paraguaya y Paraná —así como algunos de sus afluentes— para que barcos de gran calado y carga puedan navegar por él. 

El origen del conflicto se remonta a 1883, cuando tocó a su fin la guerra del Pacífico que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia, que tuvo que entregar el Departamento del Litoral, una extensión de 120.000 kilómetros cuadrados que incluye 400 kilómetros de costa.