EE.UU. retira sus tropas de Libia y lamenta las "condiciones de seguridad" en el país
El papel de Washington en convertir a Libia de un país con el índice más alto de desarrollo humano en toda África en una zona sumergida en el caos no fue insignificante, pero ahora el Pentágono afirma que es demasiado peligroso como para que las tropas estadounidenses puedan permanecer ahí. El Comando África de Estados Unidos (Africom) anunció este domingo 7 de abril la retirada de sus tropas desplegadas en el país africano.
"Debido al aumento de los disturbios en Libia, un contingente de las fuerzas de EE.UU. que apoyan al Comando de África de EE.UU. fue trasladado temporalmente del país en respuesta a las condiciones de seguridad sobre el terreno", informaron en un comunicado, sin precisar cuán grande es ese contingente, ni a qué lugar fue trasladado.
La situación se produjo en medio de la escalada de tensión en Libia, donde el mariscal Jalifa Haftar, que encabeza el Ejército Nacional Libio y cuyas fuerzas controlan más del 70 % del territorio del país, lanzó este jueves una ofensiva para recuperar Trípoli y liberar la capital del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), respaldado por la ONU.
Desde el derrocamiento de Muammar Gaddafi en 2011 y la intervención militar extranjera en Libia predominan dos Gobiernos rivales: el GAN, que tiene bajo su control Trípoli y el oeste del país, y la Cámara de Representantes de Libia con sede en la ciudad de Tobruk, a la que apoya Haftar.
Un portavoz de Africom, Nate Herring, aseguró que van a continuar el monitoreo de las condiciones sobre el terreno y a "evaluar la viabilidad de una presencia militar renovada de EE.UU., según proceda", cita sus palabras el diario militar Stars & Stripes.
Desde la Embajada de EE.UU. en Libia subrayaron que Washington "se opone a la ofensiva militar de las fuerzas de Jalifa Haftar e insta a detener de inmediato todas las operaciones militares contra Trípoli y volver a las posiciones del statu quo".
Para Fernando Moragón, experto en geopolítica, Occidente actúa como un "bombero pirómano" que expresa estupor por la situación actual libia después de que en 2011 derribara "de manera ilegal" su estable Gobierno. "Libia lleva estando mal desde que intervinieron los occidentales", asevera el analista.