Las polémicas de Ricardo Vélez, el ministro de Educación cesado por Bolsonaro

La semana pasada, el político negó el golpe militar de 1964 y prometió "una versión más amplia de la historia" en los libros escolares.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció el cese del ministro de Educación, Ricardo Vélez, tras una sucesión de polémicas, y nombró al profesor Abraham Weintraub como nuevo titular de esta cartera. 

Como de costumbre, el mandatario realizó el anuncio a través de la red social Twitter, donde cuenta con miles de seguidores. "Comunico a todos el nombramiento del profesor Abraham Weintraub para el cargo de ministro de Educación. Abraham es médico, profesor universitario y tiene una amplia experiencia en gestión y el conocimiento necesario para la cartera. Agradezco al profesor Vélez por los servicios prestados", explicó. 

Tal y como estaba previsto, Bolsonaro cesó a Vélez tras las polémicas desencadenadas por el filósofo de origen colombiano. La última fue la semana pasada, cuando Vélez negó el golpe militar de 1964 y prometió "una versión más amplia de la historia" en los libros escolares.

Ya el viernes pasado, en una reunión con periodistas, el presidente anticipó que estaba "bastante claro" que el trabajo de Vélez no estaba "funcionando". "Es una buena persona, honesto, pero está faltando en la gestión", comentó.

Una afirmación que se contradecía con el mensaje que días antes Bolsonaro publicó en Twitter y en el que criticaba una información de la prensa local que adelantaba la dimisión del titular de Educación. "Sufro fake news [noticias falsas] diarias como el caso de la dimisión del ministro Vélez", dijo.

Pero Bolsonaro, que el miércoles cumple 100 días que asumió el poder, ha tenido que tomar decisiones y más después de que una encuesta haya considerado la gestión del inicio de su gobierno como la peor desde el retorno de la democracia en el país suramericano en 1985.

Segunda destitución

El ya exministro de Educación llegó al Ministerio tras la recomendación de Olavo de Carvalho, considerado el "gurú" de Bolsonaro, y quien, sin embargo, el pasado viernes no dudó en asegurar en Facebook que no "lamentaría" el cese de Vélez. "No haré nada contra él, pero aseguro que no lamentaré si lo echan del ministerio", sentenció. 

Según la prensa local, Vélez se enfrentaba también a una "guerra interna" en el gobierno por los desacuerdos entre los militares y los seguidores de Carvalho. Su destitución es la segunda en el gobierno de Bolsonaro, después del cese en febrero de Gustavo Bebianno –Secretario General de la Presidencia y una de las personas más próximas de Bolsonaro en su campaña– tras verse envuelto en un escándalo de financiación electoral.

Polémicas de Vélez

Desde que Vélez, de 75 años y naturalizado brasileño,  asumió el poder, al menos 14 funcionarios renunciaron o fueron despedidos de cargos importantes dentro del Ministerio de Educación. Estas son algunas de las polémicas que provocó.

Además de su iniciativa para introducir cambios en los libros escolares con el objetivo de conseguir "una versión de la historia más amplia", el colombiano llegó a decir que no hubo golpe de estado en 1964 y que "el régimen que lo sucedió no fue una dictadura", sino "un régimen democrático de fuerza".

En febrero, Vélez volvió a generar un huracán de reacciones cuando mandó una carta a las escuelas invitando a grabar a los alumnos mientras representaban el Himno Nacional frente a la bandera de Brasil. Poco después, se vio obligado a pedir disculpas porque, entre otras cosas, la propuesta era ilegal al tratarse de menores de edad. 

También tuvo que pedir perdón perdón por asegurar que los brasileños se comportan como "caníbales" y "roban cosas en los hoteles y en los aviones". El brasileño "cree que sale de casa y puede llevarse todo", destacó Vélez, en una declaraciones que tuvieron una gran repercusión. 

El ministro comparó el narcotráfico local con la "labor" que habría realizado el famoso narcotraficante colombiano, Pablo Emilio Escobar Gaviria, para alejar a los jóvenes de las drogas.

En una entrevista al periódico Valor Económico, el ministro aseveró que "las universidades deben estar reservadas para una élite intelectual, que no es la misma que la élite económica". "La idea de una universidad para todos no existe", sentenció.

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