Este miércoles, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó una reunión para debatir, por tercera vez desde enero, la situación política y social de Venezuela.
En la reunión, que como las anteriores fue convocada por la misión de EE.UU. en el organismo internacional, participaron el Secretario General, António Guterres –quien solo escuchó las intervenciones–, y el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock.
La situación humanitaria
En su intervención, Lowcock dijo que, según datos recabados, tanto oficiales como de otras fuentes, 7 millones de personas en Venezuela "necesitan ayuda humanitaria".
En este sentido, señaló que la desnutrición ha ido en aumento en el país suramericano, citando una cifra de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que informó que 3,7 millones de personas habían sufrido de desnutrición en 2018.
No obstante, el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios reconoció el esfuerzo del Gobierno venezolano por hacer llegar alimentos a la población. Así, pidió a la ONU mayores recursos para atender la situación en Venezuela e invitó a despolitizar la ayuda humanitaria.
Eduardo Stein, representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo, por su parte, que 3,7 millones de venezolanos han salido de su país, un movimiento de población que consideró "sin precedentes" en la historia moderna de América Latina.
"Seguimos barajando todas las opciones"
"Le pido a este órgano que defienda la democracia y el estado de derecho en este país que tanto ha sufrido", dijo, por su parte, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, en su turno de palabra.
El funcionario señaló que EE.UU. considera que "Nicolás Maduro es un dictador que no tiene poder legítimo". En este sentido, recordó que su país fue el primero en reconocer al diputado Juan Guaidó como el "presidente encargado" de Venezuela, luego de su autoproclamación el pasado 23 de enero y precisó que hoy son 54, de los 193 países de la ONU, los que reconocen al parlamentario.
Además, anunció que EE.UU. aportará 60 millones de dólares extra para atender la situación del país suramericano.
Por otro lado, el funcionario denunció las relaciones de Caracas con Cuba e Irán y aseguró que EE.UU. mantendrá la presión diplomática para lograr "una transición" en el Gobierno de Venezuela. No obstante, reiteró que su país sigue "barajando todas las opciones".
Así, afirmó que Washington anunciará "pronto" más medidas contra La Habana, luego de las aplicadas recientemente, que buscan impedir el envío de petróleo desde territorio venezolano.
Respecto a Irán, Pence señaló que esta semana, Caracas recibió una delegación de Teherán "para iniciar viajes entre los dos países". En este sentido, aseguró que la aerolínea iraní que estuvo presente es una compañía "sancionada por EE.UU. por transportar armas de guerra".
"Si no intervenimos, ellos (Gobierno de Venezuela) seguirán haciéndose fuertes", dijo el vicepresidente estadounidense.
Durante su intervención, el vicepresidente estadounidense también se dirigió al representante de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada: "Señor embajador, usted no debería estar aquí, debería regresar a Venezuela y decirle a Maduro que se ha acabado su tiempo".
Rusia critica métodos de EE.UU.
Luego de la intervención del funcionario estadounidense, le fue dada la palabra al representante permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia.
Sin embargo, en esta oportunidad, el moderador de turno, el alemán Christoph Heusgen, hizo una advertencia: "Voy a utilizar nuestro reloj de arena para nuestras intervenciones".
Ante ello, Nebenzia respondió: "Puede darle todas las vueltas que necesite a su reloj de arena, pero yo me tomaré todo el tiempo que necesite".
"Lo que está sucediendo hoy en el Consejo de Seguridad, desafortunadamente, es solo otro episodio del ataque frontal al que están sometidos Caracas y los ciudadanos venezolanos", dijo.
"La situación en Venezuela no es una amenaza. Parece que ustedes examinan la situación en la distancia, basándose en la premisa que Guaidó es la única fuente de lo que está ocurriendo allí", enfatizó.
En su intervención, el representante ruso criticó "los métodos" de EE.UU. para abordar la situación en Venezuela. En particular, condenó las sanciones y bloqueos que ha impuesto Washington contra Caracas, impidiendo al país suramericano acceder a sus recursos en el exterior, cuando, a su vez, aboga por ayuda humanitaria para los venezolanos.
"Las sanciones impiden el fin de la crisis en Venezuela", mencionó Nebenzia y, por ello, rechazó "los planes de EE.UU. que impiden el desarrollo económico" del país suramericano.
Rusia considera que la situación actual de Venezuela "solo se resolverá mediante un diálogo nacional y el autoproclamado presidente no está dispuesto a ello porque no ha recibido instrucciones al respecto".
En ese sentido, Moscú se sumó al llamado que hizo Maduro de activar el Mecanismo de Montevideo, iniciativa de México, Uruguay y la Comunidad del Caribe (CARICOM), para iniciar un diálogo en Venezuela.
"Incompatibilidad" entre las sanciones y petición de ayuda humanitaria
El representante de China, Ma Zhaoxu, por su parte, manifestó que hay "incompatibilidad" en las posiciones de algunos países en la ONU, que piden ayuda humanitaria en Venezuela, pero avalan "sanciones" contra Caracas.
Señaló que su país apoya al Gobierno de Venezuela en sus esfuerzos por preservar la soberanía nacional; y alienta la celebración de un diálogo político en Caracas. Además, dijo que Pekín se opone a una intervención militar extranjera.
"Seguiremos cooperando con Venezuela sobre la base del respeto mutuo", enfatizó Zhaoxu, y recordó que su país ha enviado medicamentos al país suramericano para paliar la crisis que presenta en materia de salud, debido a la imposibilidad de acceder a la compra de medicinas por las sanciones estadounidenses.
Defensa de Venezuela
La causa de la actual situación en Venezuela es "una guerra no convencional" económica de EE.UU. y Reino Unido para imponer un Gobierno local subordinado, dijo el representante de Venezuela, Samuel Moncada.
En este sentido, denunció que "las acciones humanas que han creado esta situación en Venezuela son parte de un plan para asfixiar a la población" y dijo que "se trata de un experimento inhumano, todo con el objeto de justificar el pillaje y el saqueo".
Moncada también indicó que las amenazas han sido claras y recordó varias declaraciones de políticos estadounidenses, como la del senador Marco Rubio, que afirmó que Venezuela "en las próximas semanas va a enfrentar un período de sufrimiento".
El representante venezolano solicitó al Consejo de Seguridad determinar cuáles son las bases legales para:
- Que EE.UU. y Reino unido apliquen a Venezuela un programa de destrucción económica sin la autorización expresa de este Consejo.
- Aplicar sanciones secundarias a los países que comercian con Venezuela.
- Que EE.UU. amanece a Venezuela con el uso de la fuerza militar.
- Que EE.UU. y Reino Unido se apropien de las riquezas de Venezuela.
- Que EE.UU. intervenga en los asuntos internos de la jurisdicción de Venezuela.
También pidió investigar en el Consejo de Seguridad si hay una base legal para justificar una intervención militar extranjera en el país suramericano.