El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se ha declarado inocente de no haberse entregado a las autoridades en 2012 cuando pesaba sobre él una orden de arresto emitida por Suecia. Seguidamente, un juez londinense desestimó los argumentos del activista australiano y lo ha declarado culpable de evadir la Justicia.
Assange enfrentó acusaciones de supuesta violencia sexual en Suecia aquel año, al momento en que le fue concedido asilo diplomático. Los cargos de agresión sexual posteriormente fueron retirados, pero se mantuvo en pie una acusación por presuntamente incumplir las condiciones de la libertad bajo fianza que entonces gozaba.
El fallo se produce al momento en que el activista australiano comparece ante las autoridades judiciales en el Tribunal de Magistrados de Westminster, en Londres, horas después de haber sido arrestado en la Embajada de Ecuador en la capital de Reino Unido.
"Persecución política por hacer su labor"
La detención del periodista de 47 años obedeció a que el Gobierno del presidente Lenín Moreno lo despojó del asilo diplomático por el que durante siete años permaneció dentro de la misión diplomática del país sudamericano en Reino Unido.
Quito posteriormente suspendió los efectos de la ciudadanía ecuatoriana que se otorgó en 2017 al fundador de WikiLeaks.
"Ahora vemos que los periodistas y los editores se enfrentan a una persecución política por hacer su labor", manifestó a los medios Kristinn Hrafnsson, editor en jefe del portal de filtraciones.
Acusaciones en EE.UU.
Paralelamente, Washington ha acusado a Assange de haber participado en actividades informáticas maliciosas en complicidad con Chelsea Manning, la exsoldado y exagente de inteligencia del Ejército de EE.UU. que filtró miles de documentos secretos al portal.
De acuerdo con la Fiscalía estaounidense, Assange, también programador, habría conspirado para "cometer una intromisión informática [...] en una computadora clasificada del Gobierno de EE.UU.".
De ser extraditado al país norteamericano por esos cargos, el fundador de WikiLeaks enfrenta hasta cinco años tras las rejas. El activista, no obstante, teme ser expuesto a la pena de muerte en EE.UU. por su involucramiento en los cerca de 720.000 documentos secretos filtrados por el portal.