Un grupo de expertos del 'think-tank' estadounidense Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) organizó a principios de esta semana una reunión secreta sobre el "uso de la fuerza militar en Venezuela", aseguró a RT este domingo el periodista de investigación estadounidense Max Blumenthal, tras publicar un artículo en exclusiva al respecto en el portal Grayzone el día anterior.
Blumenthal obtuvo una lista de verificación de participación en la mencionada mesa redonda denominada 'Evaluación del uso de la fuerza militar en Venezuela', organizada por el mencionado centro con sede en Washington D.C., que incluye a varios funcionarios y militares de EE.UU. y Sudamérica.
El periodista detalló que la reunión secreta se llevó a cabo el 10 de abril, a pesar de que en la hoja figura erróneamente la fecha 20 de abril. El hecho de que la reunión realmente tuvo lugar fue confirmado a Blumenthal por dos de sus participantes, a quienes ha contactado para solicitarles comentarios.
"Hablamos de militares... y... de opciones militares en Venezuela. Sin embargo, eso fue a principios de esta semana", reveló al periodista Sarah Baumunk, investigadora asociada del Programa para las Américas del CSIS. Enseguida se puso nerviosa, agregó que no se "sentía cómoda respondiendo estas preguntas" y colgó.
Otro participante incluido en la lista, el investigador asociado Santiago Herdoiza, de la firma de estrategia internacional Hills & Company, simplemente confirmó que se trataba de una "reunión cerrada", sin proporcionar ningún detalle.
"Estaban extremadamente nerviosos de que alguien de los medios de comunicación supiera sobre la existencia de este evento. Fue una reunión de muy alto nivel con básicamente las principales personas de Washington involucradas en la elaboración de la política de Trump hacia Venezuela y ellos querían mantenerla lo más privada posible", ha relatado Blumenthal a RT.
"Esto realmente muestra que las opciones militares están siendo consideradas seriamente en este momento, después de que todos los otros mecanismos que Trump ha puesto en juego parecen haber fallado", ha concluido el periodista.
Participantes
La lista de participantes reúne a varios antiguos funcionarios militares y civiles de EE.UU. y América del Sur, representantes de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de la Organización de Estados Americanos (OEA), así como analistas de varios 'think tanks' (grupos de expertos). También asistieron varias figuras designadas por el autoproclamado presidente venezolano Juan Guaidó.
Entre ellos, se destaca el almirante Kurt Tidd, quien hasta hace poco encabezaba el Comando Sur de EE.UU.
Otro participante es Roger Noriega, un acérrimo opositor a la Revolución Bolivariana y quien como embajador de EE.UU. ante la OEA apoyó a grupos mercenarios para derrocar a la Revolución Sandinista. Además, al igual que Elliott Abrams, participó en el escándalo Irán-Contra: altos funcionarios del gobierno de Reagan, a pesar de la prohibición del Senado, autorizaron la venta de armas al Gobierno iraní durante la guerra de Irán-Irak. Luego usaron los ingresos de estas ventas para financiar el movimiento armado Contra nicaragüense, creado por EE.UU. para atacar al gobierno sandinista.
Después, durante años, ha ocupado altos cargos dentro de la Administración de EE.UU., centrándose en Venezuela y coordinando la OEA.
Entre los participantes también figura el exembajador en Venezuela, William Brownfield, conocido por su participación en planes de intromisión turbia contra el país bolivariano.
Además, asistieron funcionarios de Guaidó: el 'asesor' de políticas públicas Daniel Sierra y el 'embajador' ante EE.UU., Carlos Vecchio.
Invasión a Venezuela "estaría supeditada al consentimiento de Colombia y Brasil"
Aunque entre los participantes en la mesa redonda figuran dos funcionarios colombianos: el mayor general del Ejército Nacional de Colombia, Juan Pablo Amaya, y el ministro consejero de la Embajada colombiana en Washington, Daniel Ávila, el periodista cree que los socios regionales de Estados Unidos estarían bastante reacios a participar en una invasión militar en Venezuela.
"Cualquier invasión en Venezuela por parte de Estados Unidos estaría supeditada al consentimiento de los Gobiernos de Colombia y Brasil y no está claro que obtendrán ese consentimiento", opina Blumenthal.
"Ambos Gobiernos están extremadamente preocupados por aumentar la crisis migratoria, están profundamente preocupados por desestabilizar a toda la región y eso es absolutamente lo que esto implicaría. Y también están preocupados por un contraataque del Ejército de Venezuela, que es muy competente", ha concluido.