Este sábado 20 de abril los 'chalecos amarillos' han vuelto a salir en protesta contra las políticas del Gobierno de Emmanuel Macron. Es la 23.ª semana de manifestaciones, que no cesan desde noviembre del año pasado, y para el momento la Policía ha detenido a 227 personas en París, reporta BFM TV.
El Ministerio del Interior estima que a las calles de la capital salieron alrededor de 9.000 personas y en total por toda Francia han sido unas 27.900 personas.
En vísperas de la protesta, el ministro del Interior, Cristophe Castaner, anunció un dispositivo policial de 60.000 agentes repartidos por todo el país para controlar las manifestaciones convocadas para esta jornada. En la capital, las autoridades prohibieron las movilizaciones en los Campos Elíseos y en las inmediaciones de la catedral de Notre Dame.
"En cuanto a Notre Dame, es bueno que los multimillonarios hayan logrado conseguir mil millones de euros, pero 140.000 personas sin hogar ¡al mundo le importa un bledo!", escribieron los organizadores de una de las manifestaciones programadas en París en la página de Facebook del evento.
Según el politólogo Nikola Mirkovic, las protestas de los 'chalecos amarillos' continúan a lo largo de tantos meses por la falta de respuesta del Gobierno a sus peticiones y necesidades. "Después de 23 sábados el pueblo francés está en la calle pidiendo ayuda, ayuda para una justicia social, para los más pobres. Estamos hablando hoy de casi 9 millones de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza en Francia", ha comentado Mirkovic a RT.
Las protestas en la capital francesa han desembocado en enfrentamientos con la Policía, que ha dispersado gas lacrimógeno y utiliza las pistolas 'flash-ball' contra los manifestantes.
Desde el barrio de la Bastilla llegan imágenes de una barricada incendiada en el bulevar Richard Lenoir y también se reportan heridos.
En el bulevar Jules Ferry, cerca de la plaza de la República, donde se intensificaron las tensiones entre las fuerzas del orden público y los activistas, han quemado varios vehículos. En las inmediaciones de la plaza el aire se cubrió de una cortina de humo por gas lacrimógeno y fuego.
Por el momento, se reportan miles de manifestantes por todo el territorio de Francia. Las protestas se han desarrollado en Toulouse, donde los uniformados también han usado gas lacrimógeno, en Nantes, Pau, Caen, Montbéliard, Clermont-Ferrand y otras ciudades.
Jérôme Rodrigues, una figura prominente de las protestas que fue herido en el ojo por un proyectil, comentó a RT en febrero que los franceses salen con tres reivindicaciones generales: "poder vivir dignamente" de su salario, "crear una nueva forma de democracia" para poner fin al actual "sistema arcaico en las instituciones francesas", y "poner fin a los privilegios" de la clase gobernante.
"¿Por qué un diputado puede enterrar dignamente a sus familiares y tiene dinero suficiente para eso, mientras que nosotros debemos pedir un crédito; la gente gracias a la que Francia existe y se desarrolla? Nosotros nos vemos obligados a sufrir para hacer los funerales", señaló Jérôme.
- Según el grupo contra la violencia policial Désarmons-les!, al menos 22 personas perdieron la vista por el impacto de pistolas 'flash-ball' ―armas "menos letales"― o de metralla de granadas utilizadas ampliamente por la Policía para dispersar a los manifestantes. El grupo documentó más de 150 personas que afirman haber sido heridas durante las protestas, en su mayoría por LBD 40 o granadas instantáneas de gas lacrimógeno GLI-F4. Muchas de ellas quedaron con las caras desfiguradas.