El puerto de Qingdao ha acogido este martes un gran desfile naval como parte de las celebraciones del 70.º aniversario de la Armada de China.
Durante ese evento intervinieron 32 buques y 39 aviones de la Marina del gigante asiático ante el presidente de China, Xi Jinping, quien se encontraba a bordo del destructor Xining.
Tras inspeccionar a las fuerzas de su país, el mandatario saludó a cada uno de los 18 buques militares pertenecientes a los 13 países invitados a participar, desde Rusia hasta Australia, India, Japón o Vietnam.
Un total de 61 países enviaron delegaciones a esta conmemoración, a la que seguirá un simposio naval los próximos 24 y 25 de abril. Estados Unidos solo envió una delegación de nivel bajo liderada por un agregado naval de su Embajada en Pekín y no mandó ningún buque.
Durante esta jornada, Pekín ha mostrado el primer buque de una nueva generación de destructores lanzamisiles, el Nanchang, y ha contado con la participación del portaviones Liaoning, un buque de producción soviética que compró a Ucrania y tuvo que modernizar.
Algunos echaron en falta el primer portaviones de fabricación china, que todavía se encuentra sometido a pruebas y aún no tiene nombre oficial, aunque se le conoce como Tipo 001A.
Por su parte, un experto citado por Reuters identificó una versión modificada de los submarinos clase Jin de propulsión nuclear, que portan misiles balísticos y son clave de las capacidades de disuasión chinas.
China cuenta con cuarto submarinos de esta clase en la isla sureña de Hainan, pero el Departamento de Defensa de EE.UU. estima que Pekín comenzará la construcción de una nueva generación de submarinos portadores de misiles balísticos durante la próxima década.
La Armada de China forma una parte importante del plan de modernización de las Fuerzas Armadas que Pekín desarrolla para proyectar su fuerza lejos de sus costas, además de para proteger sus rutas de navegación comercial y su presencia en zonas disputadas.
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