Rusia denuncia una "presión externa sin precedentes" de EE.UU. sobre Venezuela

Washington advirtió sobre una posible intervención armada en la nación sudamericana incluso sin la aprobación de la ONU y de los demás países de la región.

EE.UU. contempla el uso de la fuerza para influir en los países latinoamericanos y está "ejerciendo una presión sin precedentes" sobre Venezuela, dijo este miércoles el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.

"En el hemisferio occidental, EE.UU. está retomando la doctrina Monroe, cuyo objetivo es limitar la soberanía de los países latinoamericanos, presionar a aquellos que no siguen las mismas políticas que Washington. Como instrumento de presión tienen en cuenta todos los métodos posibles, incluida la fuerza", comentó el ministro.

"El mejor ejemplo es la situación en Venezuela, donde el Gobierno legítimo está expuesto a una presión externa sin precedentes", agregó.

La doctrina Monroe, sintetizada en la frase 'América para los americanos', fue elaborada en 1893 y establecía que cualquier intervención de los países europeos en el continente americano sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de EE.UU.

A principios del siglo XX, esa doctrina fue complementada con la tesis de que los conflictos en Latinoamérica deberían ser resueltos por Washington, incluso a través de intervenciones militares. Durante la Guerra Fría, esa política fue utilizada para combatir la influencia soviética y la propagación del socialismo en Cuba y otros países de la región.

EE.UU. acusa a Rusia de "intervenir" en Venezuela y ha advertido sobre una posible intervención armada en la nación sudamericana incluso sin la aprobación de la ONU y de los demás países de la región.

"Rusia intervino. Ellos fueron contra la dirección de Venezuela. Ellos intervinieron sin autoridad", aseveró a mediados de abril el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en referencia a la presencia de especialistas militares rusos en territorio venezolano en el marco de la cooperación técnico-militar entre Moscú y Caracas.

Según Pompeo, los rusos se desplazaron a Venezuela no para apoyar al presidente autoproclamado Juan Guaidó, quien en opinión de EE.UU. "es el líder debidamente elegido", sino "para apoyar a Nicolás Maduro, quien hoy es el exlíder de Venezuela".

Washington también acusa a China de contribuir al desplome económico de Venezuela financiando al Gobierno de Maduro. Pompeo incluso tildó a Pekín de "hipócrita" por instar a la no intervención en los asuntos de Caracas.

El gigante asiático por su parte reiteró que la situación en Venezuela debe ser resuelta por el pueblo venezolano sin la intervención de actores externos. "China está dispuesta a trabajar con la comunidad internacional para ayudar a que Venezuela recupere su estabilidad, mientras tanto, desarrollaremos firmemente nuestra cooperación amistosa y mutuamente beneficiosa con los países latinoamericanos", afirmó la semana pasada el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, refiriéndose a las críticas de Washington sobre la política de Pekín en el subcontinente.

Además, el vocero recordó que "América Latina no pertenece a ningún país, ni es el patio trasera de nadie".