"Este país no puede estar gobernado por esa banda de locos": Lula habla desde la cárcel
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó sentirse tranquilo en prisión, a diferencia de los miembros del Gobierno de Jair Bolsonaro, a quienes acusó de ser una "banda de locos".
A pocos días de haber cumplido un año en prisión, Lula dio una entrevista al diario brasileño Folha de S. Paulo desde la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, en una pequeña sala en la que estuvo rodeado de estrictas medidas de seguridad y sentado en una mesa ubicada a cuatro metros de donde se encontraban los periodistas y fotógrafos, quienes tenían prohibido acercarse.
Assista trechos da entrevista exclusiva com o presidente Lula realizada na manhã desta sexta-feira (26). #FalaLula#LulaLivreJáhttps://t.co/TLvj7nXe8p
— Lula (@LulaOficial) April 26, 2019
Para poder hablar con Lula, Folha enfrentó una intensa batalla con el Supremo Tribunal Federal (STF), que había negado a los periodistas conversar con el expresidente argumentando posibles riesgos a la seguridad, una situación que no se sostenía ante casos recientes de entrevistas con narcotraficantes en prisión.
Con la "conciencia tranquila"
Desde la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, Lula reiteró su inocencia y dijo que no ve problema en permanecer en la cárcel de por vida porque tiene "la conciencia tranquila".
Sin embargo, recalcó su preocupación por el ascenso al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro, y destacó que ese hecho invita a un profundo proceso de autocrítica general sobre las implicaciones de este nuevo periodo. Asimismo, consideró indispensable un diálogo entre los partidos de izquierda brasileños.
"Vamos a hacer una autocrítica general del país. Lo que no puede este país es estar gobernado por esa banda de locos (...) El pueblo no merece eso". dijo el exmandatario.
Aunque dijo estar tranquilo por su inocencia, Lula reconoció que hay momentos en los que siente tristeza, como cuando ve al ministro de Justicia, Sergio Moro, y al procurador del Ministerio Público Federal, Deltan Dallagnol, en televisión, a quienes señala de ser unos "mentirosos" que "forjaron una historia" en su contra.
"Entonces tengo muchos momentos de tristeza aquí. Pero lo que me mantiene vivo, y eso es lo que tienen que saber: tengo un compromiso con este país, con este pueblo", aseguró.
Plática con los militares
Lula también habló sobre el Ejército brasileño, que con la llegada de Bolsonaro ha adquirido cada vez mayor relevancia y poder.
El exmandatario dijo que en caso de salir de prisión, le gustaría hablar con los militares para entender "por qué ese odio al PT", y se mostró desconcertado ante este resentimiento, en vista de que durante su Gobierno el presupuesto del Ejército se recuperó.
Lula da Silva también se dio tiempo para criticar la política exterior en tiempos de Bolsonaro, que según el exmandatario, "está en el nivel más bajo", al tiempo que vaticinó que si el mandatario no logra construir un partido sólido "no perdurará".
La muerte de su nieto
Si algo lastima seriamente a Lula no son las acusaciones de corrupción ni enfrentar a un sistema de justicia que él considera en su contra, sino la reciente pérdida de su nieto Artur de 7 años de edad, quien falleció el viernes 1 de marzo como consecuencia de un cuadro de meningitis.
Lula consiguió un permiso para asistir al funeral de Artur, pero el tema lo afecta a tal grado que reconoce que preferiría morir en su lugar.
"A veces pienso que sería tan fácil que yo hubiera muerto. Porque yo ya he tenido 73 años, yo podría morir y dejar a mi nieto vivir", dijo Lula con lágrimas en los ojos, según relataron los reporteros.
Sin pruebas
Lula da Silva fue detenido el 8 de abril de 2018 y condenado a 12 años y un mes de prisión por la supuesta aceptación de un lujoso apartamento, ubicado en el Condominio Solaris en Guarujá, a cambio de privilegiar a una empresa en contratos con la estatal Petrobras.
Desde su detención, Lula ha reiterado que la Justicia brasileña no encontró "ninguna conexión entre el apartamento" (cuya propiedad nunca se pudo constatar) "y supuestos desvíos de Petrobras".
"Nada han encontrado para incriminarme: ni conversaciones de bandidos, ni maletas de dinero, ni cuentas en el exterior", escribió Lula en un artículo publicado el domingo 7 de abril, al cumplirse un año de su detención.
En febrero pasado, Lula recibió otra condena, de 12 años y 11 meses de prisión, también por corrupción. Sin embargo, el martes pasado cuatro de los cinco ministros del Superior Tribunal de Justicia (STJ) votaron para mantener el fallo contra Lula da Silva, pero con una reducción de la pena a ocho años, diez meses y 20 días.
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