Un jurado de Nueva York (EE.UU.) ha declarado culpable de varios cargos a Anna Sorókina, una mujer de 28 años de origen ruso que estafó por alrededor de 275.000 dólares a bancos, hoteles, restaurantes y a sus propios amigos haciéndose pasar por una rica heredera alemana, para financiar su estilo de vida lujoso.
La joven, conocida en los círculos sociales de Nueva York como Anna Delvey, se alojaba en hoteles de lujo, cenaba en restaurantes caros, compraba ropa en boutiques de diseñadores y utilizaba cada oportunidad para no pagar sus facturas o hacer que las pagaran sus amigos.
En una ocasión, le prometió un viaje a Marruecos con todos los gastos pagados a una amiga, pero esta terminó desembolsando 62.000 dólares luego de que la tarjeta de Sorókina fuera rechazada. La estafadora le aseguró a su amiga que le devolvería el dinero y luego le envió confirmaciones falsas, según la Fiscalía.
Asimismo, Sorókina supuestamente falsificó registros financieros en una solicitud de un préstamo de 22 millones de dólares para financiar un club de arte privado que quería construir. Se le negó el crédito, pero persuadió a un banco para que le prestara 100.000 dólares, que ella nunca pagó.
Sus amigos de la élite neoyorquina creían que Delvey poseía una fortuna de alrededor de 67 millones de dólares en el extranjero, y que su padre era un diplomático o un barón petrolero.
En realidad, Sorókina nació en Rusia en 1991 y en 2007 su familia se trasladó a una pequeña ciudad cerca de Colonia (Alemania). El padre de Anna trabajó como conductor de camión y luego se dedicó a la venta de equipos de aire acondicionado y calentadores.
La sentencia está programada para el próximo 9 de mayo, y se estima que Sorókina podría enfrentarse a hasta 15 años de cárcel.