El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el inicio de las construcciones del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ubicado en la base militar de Santa Lucía, tras la controversia generada la semana pasada por los costos y dificultades técnicas para la realización de la obra.
Aunque originalmente se tenía previsto que en el acto realizado lunes el mandatario mexicano pusiera la primera piedra del nuevo aeropuerto, el Gobierno modificó la agenda con el fin de contrarrestar las críticas por falta de informes técnicos para la realización de la obra.
Por ello, el presidente se limitó a anunciar el "inicio de los estudios y trabajos preliminares para la construcción del nuevo aeropuerto", en lugar de arrancar formalmente con la cimentación de la obra, como se tenía planeado.
Se prevé que la construcción de la nueva terminal aérea inicie en junio de 2019, una vez que se lleven a cabo todos los requerimientos: "Estamos actuando con mucho cuidado, mucha prudencia. No queremos dar motivo a cuestionamientos", dijo López Obrador, tras detallar que solo resta el informe de impacto ambiental.
"Queremos cumplir cabalmente con la legalidad, no dar ningún pretexto, ninguna excusa a nuestros adversarios, a los que quisieran que fracasáramos", aseveró el mandatario.
Durante el acto, realizado en los terrenos del próximo aeropuerto, López Obrador aclaró las razones por las que su Gobierno optó por cancelar el proyecto anterior de la terminal aérea de Texcoco, impulsado durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
En días recientes, el presidente aseguró que el proyecto de Texcoco fue promovido por el Gobierno de Peña Nieto "traficar con los terrenos" de ambas terminales aéreas, y defendió la idea del nuevo terminal de Santa Lucía con el argumento de que fue avalado tras una consulta ciudadana.
El nuevo aeropuerto en cifras
La fecha de conclusión estimada para el Aeropuerto Felipe Ángeles es en junio de 2021, incluyendo las obras para conectarlo con el de Ciudad de México. Esta construcción contará con un tramo vial de 46 kilómetros, que se recorrerá en 35 minutos, para el tránsito de pasajeros en vuelos de interconexión.
Según el Gobierno, el nuevo aeropuerto alcanzará su máximo potencial dentro de 50 años.
El aeropuerto de Santa Lucía contará con 3 pistas de aterrizaje (2 civiles y una militar), además de terminales para mover, inicialmente, a 20 millones de pasajeros, pero con capacidad máxima de 80 millones y 190.000 operaciones aéreas anuales, en su fase de arranque.
El Gobierno argumenta que la construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía costará 28,7 % de la inversión total que se tenía programada para el aeropuerto de Texcoco, incluyendo los costos de cancelación del proyecto anterior.
Según los datos preliminares, aeropuerto cancelado de Texcoco costaría 300.000 millones de pesos (15.786 millones de dólares) en su etapa inicial, mientras que Santa Lucía está avaluado en 172.000 millones de pesos (3.788 millones de dólares), incluyendo los gastos de la cancelación del primero. Por eso, el Gobierno estima tener un ahorro inmediato de 100.000 millones de pesos (5.262 millones de dólares).
En diciembre pasado, poco después de asumir su cargo como presidente, López Obrador anunció que el Gobierno mexicano compraría los bonos de deuda para compensar a la inversión privada afectada por la cancelación del aeropuerto de Texcoco. De este modo, los costos por la construcción del aeropuerto de Santa Lucía incluyen 100.000 millones de pesos (5.261 millones de dólares) por la cancelación del proyecto de Texcoco y otros 72.000 millones de pesos (3.788 millones de dólares) por el desarrollo de obras.
La polémica del cerro
Sin embargo, la semana pasada, un documento oficial generó polémica ante algunos problemas en el diseño del nuevo aeropuerto de Santa Lucía.
La Manifestación de Impacto Ambiental, realizada por la Secretaría de la Defensa Nacional (encargada de las obras de construcción del nuevo aeropuerto) y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que el trazo de una de las pistas de aterrizaje presenta algunas complicaciones por la presencia de un cerro cercano.
"En el caso del Proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, uno de los principales problemas detectados en la planeación para la ubicación de las pistas, lo constituye la presencia del Cerro de Paula, cuya elevación máxima es de 2.625 metros sobre el nivel del mar, principalmente para la ubicación de la pista sur. Por tal razón, se estableció, de común acuerdo entre las partes involucradas, que dicha pista se considerara exclusivamente para uso militar", dice el documento.
Este factor elevó el presupuesto para la construcción en 11,7%. Otro de los puntos polémicos es que el proyecto inicial fue elaborado por el ingeniero José María Riobóo, constructor y contratista cercano al presidente López Obrador, una situación que generó comentarios negativos en redes sociales.
Sin embargo, hasta el momento, no existe un solo informe técnico de tráfico aéreo que avale la viabilidad aeronáutica del aeropuerto de Santa Lucía.
Manuel Hernández Borbolla