FOTOS, VIDEO: El Ejército Nacional Libio derriba un avión Mirage F1 y captura a su piloto portugués en Trípoli
Ejército Nacional Libio (ENL) ha derribado este martes un avión de combate Mirage F1 al sur de Trípoli.
Según los primeros informes, el piloto de la aeronave, al parecer de nacionalidad portuguesa, fue capturado. El ENL, encabezado por el mariscal Jalifa Haftar, asegura que el rehén es un "mercenario".
En las redes sociales han sido publicadas varias fotografías que muestran al supuesto piloto involucrado. No obstante, no es visible ninguna insignia distintiva que lo identifique como miembro de un grupo específico.
Local sources report the arrest of a Portuguese mercenary whose plane was shot down by Libyan National Army #Libya#Tripolipic.twitter.com/wAWd6kPtDy
— Vanessa Tomassini (@VanessaTomass) May 7, 2019
La agencia Anadolu asegura que el caza dado de baja pertenecería al Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia (GAN), reconocido por la ONU. Las fuerzas leales a Haftar resaltaron en un comunicado que el Mirage F1 había intentado atacar posiciones en el distrito de Al Hira.
En un material audiovisual que al parecer corresponde al momento de la captura, el rehén es trasportado en un vehículo junto con varios hombres armados. Mientras se movilizan, uno de los captores le pregunta si es un civil y qué está haciendo en el país. Resulta difícil descifrar el diálogo en su totalidad debido al ruido.
The arrest operation of #GNA air force mercenary pilot "Portuguese nationality" after #LNA air defenses managed to shoot down #GNA air force Mirage F-1 fighter jet over #AlHira Southern #Tripoli#Libyapic.twitter.com/v2zuOjKzHs
— Mohamed Mansour 🇪🇬 (@Mansourtalk) May 7, 2019
Las fuerzas lideradas por Haftar iniciaron el pasado 4 de abril una ofensiva para recuperar el control de la capital y "liberarla" de "milicias y terroristas". El pasado 7 de abril las unidades armadas leales al GAN anunciaron el inicio de una operación de respuesta denominada 'Volcán de Ira'.
Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 392 personas han muerto y otras 1.936 han resultado heridas en el conflicto. Además, alrededor de 50.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.